sábado, 3 de mayo de 2008

SADE

Publicada en la sección Espectáculos de Página 12


La verdadera historia de Madame Sade y su marido el Marqués.

La película de Philip Kaufman “Letras Prohibidas” reflota un fragmento de la vida del Marqués de Sade- un hombre que vivió empeñado en enfrentar a la sociedad haciendo y escribiendo todo lo prohibido -y de su relación con una esposa devota más allá de la inmoralidad empecinada de su marido.



Una pluma incorregible

“¿Cuál es la función de la cultura? ¿Sostener los principios sociales o desafiarlos? ¿Reafirmar el status quo, o sacudirlo? ¿Embestir contra las instituciones que forman las civilizaciones- el gobierno, la iglesia- o exponerlas? ¿La opresión política realmente alimenta el arte provocativo, en vez de censurarlo? ¿Qué pasa cuando silenciamos a los artistas de ideas extremistas? ¿Qué pasa cuando los dejamos expresarse?”.

Esas son las preguntas que se hizo el dramaturgo y guionista americano Doug Wright luego de leer todos los libros del Marques de Sade, y la biografía que escribió la historiadora Francine du Plessix Gray.
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En base a eso, el autor creó una obra de teatro que se estrenó en 1995, que ganó un premio Obie (equivalente a los premios Tony) y un premio Kesselring -por la mejor obra americana- del National Arts Club. La obra de este graduado de Yale hizo una gira Americana muy exitosa, hasta que la descubrió el director Philip Kaufman, y decidió llevarla al cine. Kaufman siempre buscó llevar al cine obras de corte literario, como “La insoportable levedad del ser” de Milan Kundera, “The Right Stuff” de Tom Wolfe y “Henry y June”, la historia de Henry Miller y Anais Nin.

Wright sigue viendo en la obra de Sade “una literatura inquietante, extrema y revulsiva como no existe ni aún en estos tiempos donde pareciera que todo es la búsqueda de impactar con sexo y violencia. Sade les sigue ganando a todos con una mezcla de asombro, ironía, comicidad y terror”.
Inspiró su obra teatral un detalle peculiar en la obtusa y complicada vida de Sade. Al leer sus obras, Napoleón las prohibió, prohibición que rigió durante más de dos siglos. Bonaparte mandó internar a Sade en un loquero, y envió a un médico para que intentara detener la febril perversión y corregir el estilo de Sade, llevándolo hacia temas menos inconvenientes. ¿Es posible negarle a una imaginación volátil y prolífica su único medio de expresión?. Ese es el eje de un relato que gira en torno a un incidente de la última etapa de su vida, con personajes reales pero de actitudes modificadas en un film que viene cosechando tantas alabanzas como desprecio, como la misma obra del polémico Marqués.
Sade escribió nueve novelas , una obra teatral, varios ensayos y más de cuarenta historias cortas y relatos cómicos , todas con un estilo que nadie pudo copiar, aunque sirvió de inspiración a creadores como aPeter Weiss, Yukio Mishima, Octavio Paz y Pier Paolo Passolini. Su prosa enloquecida salta de la comicidad más inocente a las fantasías onanistas más perversas, escenas de depravación y crueldad extremas para volver a reírse de todo lo humano.
Mujeres forzadas a contraer sífilis, un hombre que ritualmente desangra a su esposa hasta matarla, una heroína que realiza misas negras junto al Papa (destripando a una mujer embarazada en el altar mayor del Vaticano), escenas de coprofilia, necrofilia, mutilación y pederastia, mezcladas con diatribas nihilistas en un universo sin reglas ni Dios,donde la fuerza bruta triunfa sobre la moralidad, la violencia es el atajo al placer , y las fantasía más loca se convierte en una cruda realidad.
Ser el mismo no le resultó fácil a Sade :le costó pasar 30 años de su vida preso, acusado de violación y pornografía. Fue locamente amado, pero murió solo en un manicomio.

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