lunes, 6 de julio de 2009

Murió Robert McNamara, el polémico ex secretario de Defensa de EE.UU.


13:16

Tenía 93 años y ocupó ese cargo entre 1961 y 1968. Le llovieron críticas por impulsar la guerra de Vietnam. Fue uno de los funcionarios más influyentes de su país.


DISCURSO. McNamara, en 2001. Murió hoy, a los 93 años. (AP)
Robert Strange McNamara, el ex secretario de Defensa que impulsó la guerra más controversial de Estados Unidos, la de Vietnam, murió hoy a la madrugada a los 93 años. Su esposa Diana afirmó que había estado enfermo desde hacía algún tiempo.

A pesar de todos sus esfuerzos para borrar la polémica imagen que tenía, el funcionario nunca logró desvincularse del desastre de Vietnam, a tal punto que en ciertos círculos se la llamaba "la guerra de McNamara".

El ex funcionario ocupaba la presidencia de la compañía Ford Motor cuando fue reclutado por el presidente John F. Kennedy para que manejara el Pentágono en 1961. En ese momento era conocido como un estratega político con una fijación por el análisis estadístico. Permaneció en ese puesto siete años.

Antes de convertirse en uno de los principales artífices de la guerra en Vietnam, tuvo también un papel relevante en la crisis de los misiles soviéticos en Cuba, en 1962, ya que era partidario de la línea más dura.

Su vínculo con Vietnam se volvió intensamente personal. Incluso su hijo, un estudiante de la Universidad de Stanford, protestó contra la guerra mientras su padre la estaba llevando a cabo. En Harvard, McNamara tuvo en una ocasión que escapar de una turba de estudiantes a través de túneles subterráneos de servicios.

Luego de dejar el Pentágono al borde de un colapso nervioso, se convirtió en presidente del Banco Mundial y dedicó su ímpetu evangélico a la creencia de que mejorar la vida de las comunidades rurales de los países en vías de desarrollo era un camino más prometedor hacia la paz que el aumento de armas y ejércitos.

McNamara rechazó durante muchos años escribir sus memorias, establecer su punto de vista sobre la guerra y hablar sobre los cruces con sus generales. A principios de la década de los 90 comenzó a abrirse.


En 1991 le dijo a la revista Time que no pensaba que funcionaría el bombardeo a Vietnam del Norte, la mayor campaña militar aérea de la historia hasta nuestros tiempos, pero que lo hizo "porque queríamos probar en primer lugar que no funcionaría y (porque) otras personas pensaban que sí".


Finalmente, en 1995, cuando ya había terminado la Guerra Fría, hizo una confesión pública. Definió a aquel conflicto como "equivocado, decididamente equivocado".