miércoles, 9 de julio de 2008

ESCUCHAR A UN NEANDERTAL - ROCÍO BALLÓN

Sábado, 5 de Julio de 2008

ESCUCHAR A UN NEANDERTAL, 50 MIL AñOS DESPUES

Voces del más allá
Un grupo de antropólogos norteamericanos reconstruyó el tracto vocal del hombre de Neandertal logrando así una simulación de su voz. Hoy, mediante un sintetizador computarizado, puede escucharse la representación vocal de esta especie de Homo Sapiens que, luego de 30 mil años, rompe el silencio.







Por Rocío Ballon

El encuentro del hombre moderno con el hombre primitivo ha ocupado un lugar predominante en las fantasías humanas y en la historia de la literatura. Los choques imaginarios con seres de las cavernas, con individuos de otras especies y los intentos del hombre moderno de entrar en contacto con ellos son un clásico de la ciencia ficción, con paradojas de futuros que parecen pasados, contrasentidos y extravagancias (La máquina del tiempo de Wells viaja al año 802.701 y se encuentra con una sociedad de características primitivas; Juan Salvo, en El eternauta, se encuentra en el futuro con un mundo devastado y nuestra civilización extinta), universos paralelos, dimensiones desconocidas.

Probablemente siempre se haya tratado de lo mismo: los intentos por develar nuestros orígenes, la intensa búsqueda para acceder a lo desconocido; la de reencontrarse con el otro, establecer una presencia ante alguien que es tan diferente de mí pero a la vez tan parecido; comunicarse con ese “otro” que nos resulta una intriga, conocerlo, descifrar algo que siempre resulta un misterio.

En tiempos en que lo real ha superado a la ciencia ficción, en una época que ni siquiera las mentes geniales de Huxley o Asimov hubieran imaginado; la ciencia se convierte en el gran relato de lo fantástico.

POR FAVOR, DIGA “E”
Y bien: un equipo de investigadores de la Florida Atlantic University en Boca Ratón (EE.UU.) ha conseguido reproducir la voz del hombre de Neandertal, esta especie que habitó Europa y algunas zonas de Asia Occidental, hace más de 30 mil años. El trabajo se originó a partir del análisis de restos fósiles de tres neandertales encontrados en Francia y que datan de hace 50 mil años.

La investigación estuvo encabezada por el antropólogo Robert McCarthy, principal responsable de la reconstrucción de la laringe y el sintetizador computarizado que recrea las probables “voces neandertales”, aunque por ahora sólo han logrado producir el sonido de una sola letra: se trata de la “e”, aunque se espera que pueda emitir algún día una frase completa. La simulación de la voz del Neandertal puede escucharse en media.newscientist.com/data/images/ns/av/dn13672A1.wav.

Claro que estos sonidos difieren sustancialmente de los que estamos acostumbrados a escuchar. La “e” del “Neandertal de Boca Ratón”, por ejemplo, carece de los matices sonoros que permiten a un oyente moderno distinguir palabras que incluyen esa letra pero se pronuncian de manera ligeramente diferente.

Además, McCarthy puso en duda la capacidad de reproducir las vocales que constituyen la base del lenguaje hablado actual. Parece, entonces, que a los neandertales les faltaban algunos sonidos básicos.

“Estos sonidos permiten que hablantes con tractos vocales con tamaño diferente al del hombre de Neandertal puedan entenderse”, dijo el antropólogo, en un discurso en la reunión anual de la American Association of Physical Anthropologists en Columbus, EE.UU. La simulación de la voz de un hombre moderno reconstruida por MacCarthy puede escucharse en media.newscientist.com/data/images/ns/av/dn13672A2.wav.

CON NOMBRE DE ESQUELETO
El hombre de Neandertal pertenece a la especie Homo Sapiens (nosotros somos Homos Sapiens Sapiens). Habitó Europa y zonas de Asia Occidental entre 400 y 35 mil años atrás y se lo llamó de esta manera por el esqueleto descubierto en 1856 en el valle de Neander, cerca de Düsseldorf (Alemania), tres años antes de que Charles Darwin (1809-1882) publicara El origen de las especies y revolucionara la historia de la vida.

Por mucho tiempo se pensó que lo único que estos individuos proferían eran gritos y gruñidos. Sin embargo, la vida activa que llevaban y que exigía actividades tan complejas como la caza y los rituales de entierro, permiten pensar en la necesidad de que contasen con un sistema complejo de comunicación como el lenguaje.

La laringe y los aspectos físicos también indican que estaban habilitados para hablar. Sin embargo, los aspectos físicos no eran suficientes para afirmarlo hasta que el año pasado cobró relevancia un descubrimiento que abrió la puerta para nuevas hipótesis.

“GENOMA NEANDERTAL”
Fue cuando un equipo de científicos reveló que los neandertales europeos tenían mutaciones en un gen relacionado con el habla que se creía hasta el momento único de nuestra especie. El hallazgo se produjo un año atrás en uno de los sitios arqueológicos más importantes del mundo en materia de neandertales.

Se trata de “El Sidrón” localizado en Asturias, España, en cuyas instalaciones se integra el proyecto “Genoma Neandertal” que intenta obtener un borrador del genoma de esta especie a partir de las modernas técnicas de tipificación genética masiva. Fue en este sitio donde, además, se reveló la posibilidad de que estos humanos fueran pelirrojos en base a un estudio genético de algunos de los más de 1400 restos fósiles que se conservan de ellos.

Los científicos hallaron en dos fósiles este gen (el FOXP2) que aparentemente es responsable del desarrollo del lenguaje. En la secuencia del gen, los seres humanos modernos presentan dos mutaciones que los diferencia del resto de los primates.

Y al resultar que en el gen aislado de los restos fósiles las mutaciones han sido las mismas que presenta el Homo Sapiens Sapiens, se detonó la hipótesis de que los neardentales pudieran hablar.

En el relato “Hijo del tiempo” Isaac Asimov cuenta la historia de un niño neandertal que es traído al presente por un equipo de investigadores y almacenado en una burbuja para tratar de obtener la mayor información sobre los usos y costumbres de los suyos. El niño queda al cuidado de una enfermera especializada que al inicio reacciona con repulsión y cree que se trata de un niño-mono.

Pero los días junto a él le hacen cambiar su forma de pensar. “El niño feo” es un notable relato sobre la relación con otros seres, la empatía y la mirada del otro. Hoy, otro Neandertal (ni el propio Asimov, que decía que esta historia era su favorita, lo hubiera imaginado) ha sido, en cierta forma, traído a nuestro tiempo. Y a nosotros nos tocó quedar del lado de afuera de la burbuja, nada menos que para escucharlo.