martes, 13 de mayo de 2008

mecano

Sobre MECANO.
Qué grande el musical de mecano (“Hoy no me puedo levantar”), cómo me alegro de no habérmelo perdido. No tengo palabras que expresen lo tremendamente maravilloso que fue y cómo lo viví.

Mi periplo por Madrid duró cuatro días…

“Me gusta estar rodeado de gente,
gente que no conozco formando un ambiente,
en el que todos me miran y nadie me siente.

¡Quiero vivir en la ciudad!
¡Quiero vivir en la ciudad!”

Salimos el domingo por la noche en autobús (00.30), me pasé las horas dándole vueltas a mi traslado. Empecé a tomar conciencia de la nueva situación.

“Soy un diente
sin encía
No me pidas que sonría
Que estoy triste
vida mía…”

En cuanto llegamos, decidí dejar atrás esos pensamientos.

“Ay, qué pesado, qué pesado
siempre pensando en el pasado
no te lo pienses demasiado
que la vida está esperando…”

Pasamos el día por Madrid y después del palizón en autobús estábamos reventadas, pero se acercaba el gran momento. Fuimos al hotel a prepararnos.

“No me mires, no me mires (no me no me)
No me mires no me mires déjalo ya
no he dormido nada esta noche (che che che)
y tengo una cara que no puedes mirar
porque te vas a horrorizar.

Mira ahora mira ahora (mira mira)
mira ahora mira ahora puedes mirar
que ya me he puesto maquillaje (je je je)
y si ves mi imagen te vas a alucinar
y me vas a querer besar uh uh uh…”

El musical empezaba a las 20.30, eran las 20.20 cuando salimos de la boca del metro (Callao) y nos dimos una carrerita pensando que llegábamos tarde. La sorpresa fue que la cola para entrar recorría toda la fachada del teatro. Tomamos asiento (”…dios, qué cerca estamos, no me puedo creer que esté aquí”).

“Las luces se apagaron
esto va a empezar,
la chica de la antorcha
ya ocupo su lugar
preludio de que algo
emocionante va a pasar…”

Qué corto se me hizo hasta el descanso, estaba viviendo cada palabra, me sentía en una nube.

“Noté que por el ombligo me empezaba a desinflar,
que mi cuerpo se arrugaba como un papel vegetal
e iba pasando, que curioso, al estado gaseoso.
Y tras la metamorfosis me sentí mucho mejor.

Aire, soñé por un momento que era aire,
oxígeno, nitrógeno y argón
sin forma definida, ni color
fui aire volador…”

Poco a poco la función tocaba a su fin. Cuántas emociones. Abajo el telón, eran las 00.00 (”…quiero volver otra vez”).

“Y quizá volvamos al local
a cantar para nosotros
lo de “Hoy no me puedo levantar”
y dejar que esa chorrada
nos empañe la mirada.
Lágrimas de agua pasada
despintando la fachada…”

Nos fuimos al hotel a descansar. A las 5.30 me levanté. Fuimos a buscar a la estación a Irepo que llegó a las 6.30. Durante el trayecto vuelta a pensar en el trabajo, en la gente que dejo atrás (”…maldito cerebro, es que no piensas dejarme en paz”).

“Entre el cielo y el suelo hay algo
con tendencia a quedarse calvo
de tanto recordar
y ese algo que soy yo mismo
es un cuadro de bifrontismo
que solo da una faz
la vara vista es un anuncio de signal
la cara oculta es la resulta
de mi idea genial de echarte
me cuesta tanto olvidarte
me cuesta tanto olvidarte…”

Tras desayunar, vuelta al hotel a dejar las maletas (son las 8.00). Ellas duermen hasta las 11.30. Yo no soy capaz, estoy demasiado despierta y no quiero quedarme en la habitación.

“Perdido en mi habitación
con todo al revés
se pasan las horas sin saber que hacer…”

Así que mientras tanto salgo sola a dar un paseo por Fuencarral y Gran Vía (”…quiero despejarme, esta sensación de frío (2ºC) al respirar me encanta”). Voy en busca de un ‘Dunkin Donuts’, quiero sorprenderlas cuando despierten (”…no hay suerte, he recorrido toda Gran Via, pero no lo encuentro. Juraría haber visto uno ayer, ¡¡mierda!!”).

El martes y gran parte del miércoles mapa en mano cual turistas por Madrid. Nunca olvidaré el paseo en barca en el estanque del Retiro, qué de risas. Vuelta al hotel, hay que acicalarse. Nos vamos de marcha.

“Ahí me colé y en tu fiesta me planté
coca cola para todos y algo de comer.
Mucha niña mona
pero ninguna sola
luces de colores
lo pasaré bien…”

Son la 4.00. Irepo y Ham no pueden con sus pies. LaRubia y yo teníamos aún para rato, qué se le va a hacer, nos vamos.

“¡Oh! Madrid
Se ha hecho tan grande
y tan pequeño para mí
que sólo hay sitio para ir y venir
por Madrid

Y no sobrevivirás
si no funcionas a gas…”

Son las 9.00, ya estamos en pie. El autobús sale a las 10.30.

“Todas sus maletas las hizo en un momento
cuando las cerraba tuvo una sensación
ya nada podía reterlo más tiempo
no dudo en irse hacia la estación”

Es Jueves Santo, pillamos caravana. Todo dios viene para Andalucía, madre mía. Llegamos a las 17.30 largas y las putas maletas no caben en el coche, ¡¡viva el tetris!!

A las 23.30 caigo reventada en la cama, no puedo más. Son las 6.30 a.m. (”…¿por qué coño has abierto los ojos?”). Me duele todo, he vuelto a tener pesadillas.

“Hoy no me puedo levantar
el fin de semana me dejo fatal
toda la noche sin dormir…

Hoy no me puedo levantar
nada me puede hacer andar
no se que es lo que voy a hacer
me duelen las piernas, me duelen los brazos
me duelen los ojos, me duelen las manos

Hoy no me puedo concentrar
tengo la cabeza para reventar…

Hoy no me levanto estoy que no ando
hoy me quedo en casa guardando la cama
hay que ir al trabajo, no me da la gana…”

Pasa el fin de semana, como siempre, trabajando. Quiero escribir, me pasan miles de cosas por la cabeza, pero no hay ganas.

“Será que con las nubes
o el barullo de los tiempo
no tenemos bien los nervios.

Será que con la luna
que no se pone redonda
se nos va la inspiración.

Una palabra, cinco palabras o seis,
siete palabras o nueve palabras o diez,
cincuenta palabras, sesenta palabras o cien..”

Martes, 2.00 de la madrugada. Por fin se ponen de acuerdo las ganas y las ideas.

“Con la nariz entre tus ojos
y entre un pulmón y otro pulmón
el corazón y los congojos
todos en reunión…”



The end.

No hay comentarios: