sábado, 31 de mayo de 2008

MULTICULTURALISMO EN ARGENTINA

http://www.monografias.com/trabajos901/multiculturalismo-argentina-ausencias-ambiguedades-acusaciones/multiculturalismo-argentina-ausencias-ambiguedades-acusaciones.shtml



El multiculturalismo en Argentina:
ausencias, ambigüedades y acusaciones
• El multiculturalismo y sus ausencias (o silencios)
• El multiculturalismo y sus ambigüedades (o conveniencias)
• El multiculturalismo y sus acusaciones (o incomodidades)
• A manera de cierre
• Referencias
• Notas


El surgimiento o el retorno de la cuestión étnica se relaciona con las tensiones existentes entre las actuales tendencias homogeneizadoras y diferenciadoras del proceso de globalización y entre los niveles global y local (Hall, 1999). Los movimientos migratorios producto de los procesos de (des) colonización y las reivindicaciones y luchas de los distintos grupos minoritarios vinieron a otorgar la posibilidad de repensar las formas actuales de construcción de identidades en el marco de los Estados–nación y a escala transnacional. De hecho, muchos de los esfuerzos teóricos están encaminados en el presente, desde distintos enfoques políticos, a la constitución de una ciudadanía multicultural (Taylor, 1993; Kymlicka, 1996; Touraine, 1997; Martiniello, 1998; Torres, 2001; Santos, 2003).

Asimismo, la dimensión étnica de los fenómenos multiculturales se ha convertido en una de las principales preocupaciones de los Estados que se autodenominan "poliétnicos" o "multiétnicos" y también en la fuente de ingresos de empresas multinacionales que han hecho de la diferencia cultural un gran mercado.

En el caso de la Argentina, probablemente, la nueva conformación de la inmigración internacional a partir de los años sesenta y las reclamaciones de los distintos grupos indígenas han actualizado la necesidad de indagar acerca del proceso de conformación de la otredad/ alteridad, además de cuestionar las premisas de una sociedad que generosamente se califica a si misma como abierta, tolerante y plural.

Este artículo realiza, a manera de introducción, algunas consideraciones críticas acerca del multiculturalismo, con especial referencia a la realidad argentina, con el propósito de ofrecer ciertos elementos de reflexión y discusión para futuros desarrollos teóricos y prácticos (2).

Nuestro análisis se organiza a partir de los siguientes ejes temáticos:
1) el multiculturalismo y sus ausencias (o silencios);
2) el multiculturalismo y sus ambigüedades (o conveniencias);
3) el multiculturalismo y sus acusaciones (o incomodidades).



El multiculturalismo y sus ausencias (o silencios)


Ausencias remotas.

El multiculturalismo, a igual que la globalización o mundialización, y a pesar de las apariencias, no es un fenómeno problemático reciente, sino que lleva más de 500 años de existencia. Como nos recuerda Hopenhayn, entre otros, está ligado históricamente al período de colonización, conquista y evangelización, cuando las relaciones sociales se basaban en la "dialéctica de la negación del otro".

Este vínculo se desarrolla con la relación entre la metrópoli (España y Portugal) y la periferia (América Latina y el Caribe) y continúa a lo largo de nuestra historia bajo formas de homogeneización nacional.

La negación del otro que primero se plasmó en el sometimiento de las culturas indígenas a las formas culturales de la norma blanca–europea se transfiere más tarde al otro–extranjero, visto como amenaza a la identidad nacional (3) , y al otro de adentro, el indio o el mestizo, junto con la definición del ethos nacional a partir de un ideal europeo o ilustrado.

Fórmulas excluyentes como civilización–barbarie fueron utilizadas –en Argentina, por ejemplo– para promover y legitimar la "negación del otro" y los procesos de aculturación que tuvieron lugar en la región (Hopenhayn, 2001; Hopenhayn y Bello, 2001). En la actualidad, algunos análisis regionales destacan el caso de la Argentina por el rechazo y la discriminación dirigida a inmigrantes limítrofes, especialmente aquellos provenientes de Bolivia y Paraguay.

En este contexto, los diferentes grupos étnicos distinguibles en la región, siempre heterogéneos hacia su interior, poseen distinto peso político como académico. En un documento de la CEPAL elaborado por Hopenhayn y Bello (2001) se plantea por qué en América Latina la cuestión indígena ha recibido mayor atención que la temática de la negritud o la migratoria.

Según los autores, "el tema indígena tiene más presencia en el debate político, más reconocimiento en la opinión pública, más resonancia en los debates internacionales, y más tradición en la investigación social" (Hopenhayn y Bello, 2001: 22). Comentan que los argumentos elaborados, a modo de justificación, suponen que las identidades culturales de los pueblos indígenas se encuentran más claramente diferenciadas respecto del conjunto de la sociedad y que sus formas de organización los constituyen en actores sociales más definidos en el debate político y en la escena pública en general. Según nuestro parecer, si bien estas razones pueden ser válidas, no habría que descartar la posibilidad de que sus reivindicaciones y reclamos aparezcan en el imaginario social como mayormente legítimos por pertenecer a los llamados "pueblos originarios". La población negra y la inmigrante, en cambio, por motivos bien distintos, tienen sus "raíces" en otro lugar del mundo. La pregunta no deja ser inquietante, cualquiera sea la respuesta, ya que la discusión subyacente atañe a los derechos civiles y políticos y a la construcción de nación y ciudadanía (4).


Ausencias transitorias.
La cuestión multicultural, asociada en Argentina a los grupos indígenas y a la población no nativa, permanece actualmente en un lugar periférico en las agendas académicas y gubernamentales y no se ha incorporado aún a los debates sociales y políticos (a pesar de algunos tímidos y rentables intentos (5) ). En nuestra opinión, se trata de una discusión emergente, reducida por ahora a algunos ámbitos de la academia y la opinión pública (desvinculada una de la otra). En el campo de la investigación, específicamente, si bien se constata un creciente interés por la temática (6), a juzgar por la bibliografía hallada, se destaca la escasa atención que ha recibido hasta ahora el multiculturalismo (bajo diferentes etiquetas y desde diferentes enfoques) en comparación con la abundante elaboración teórica y experiencias prácticas desarrolladas en Estados Unidos, Canadá y Europa, donde los nuevos contactos y conflictos culturales dieron origen a numerosas reivindicaciones y controversias.

En América Latina la problemática multicultural difiere también notablemente según la realidad étnica de cada país. Por ejemplo, en México, ligada a la cuestión indígena, "la temática multicultural, por distintas razones, ha pasado a ocupar un lugar central en la actual agenda política del país" (Sermeño, 2001). En Brasil, el asunto de la negritud, relegado durante tantos años, ahora se ha incorporado de manera significativa en los espacios educativos de los diferentes niveles y ha generado la creación y desarrollo de programas específicos desde organismos estatales y no gubernamentales. Según Oliveira y Gonçalves (1998: 96–97), "la diversidad en el interior del propio movimiento negro, a partir de los años 80, coloca la cuestión del multiculturalismo en la agenda de los militantes". En Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia y Chile, desde hace más de una década, se realizan esfuerzos encaminados a reflexionar a partir de las comunidades indígenas y de los pueblos andinos y amazónicos", ya que esto es considerado como un acto imprescindible "para romper las estructuras verticales con las que los Estados y sociedades nacionales desde hace quinientos años tratan de extinguir o asimilar" (Schmidt, 1990: 7–8). Seguramente la tendencia a trabajar temas ligados a las identidades étnica y nacional seguirá creciendo en la región latinoamericana, ya que las tensiones interculturales son consideradas hoy en día como "uno de los objetos más fecundos de investigación y una oportunidad para construir sujetos colectivos, políticas abiertas y democráticas" (García Canclini, 1999: 18).

Ausencias fatales.
El multiculturalismo suele ser pensado y tratado solamente en términos de "diversidad",
aludiendo de esta manera a una coexistencia armónica y horizontal, por lo tanto no conflictiva y no jerárquica, de una variedad de formas o grupos culturales. Ésta es una de las trampas del multiculturalismo, ya que "pasa por alto muy concretas (y actuales) relaciones de poder y violencia intercultural, en las que la diferencia o la hibridez es la coartada perfecta de la más brutal desigualdad y dominación" (Gruner, 2002: 22). McLaren, por su parte, indica que el multiculturalismo conservador utiliza el término "diversidad" para (en) cubrir "la ideología de asimilación que fundamenta su postura" (McLaren, 1997: 150).

En el terreno de la educación, la perspectiva de la diversidad resulta particularmente problemática, dado que es difícil que si "se limita a proclamar la existencia de la diversidad pueda servir de base para una pedagogía que coloque en el centro la crítica política de la identidad y de la diferencia. En la perspectiva de la diversidad, la diferencia y la identidad tienden a ser naturalizadas, cristalizadas, esencializadas" (Silva, 2000: 73). Relacionar, entonces, la diversidad y la diferencia con la desigualdad es la única manera de no quedar atrapado por el "encanto multicultural". En este sentido, entendemos que el abordaje del multiculturalismo como fenómeno problemático se justifica sólo en la medida que permite visualizar –con una intencionalidad transformativa–nuevos (y viejos) mecanismos, procesos y formas de desigualdad y dominación, discriminación y exclusión, opresión y resistencia. No se puede obviar que las desigualdades étnicas, junto a las de clase y género, constituyen una de las fracturas sociales más significativas (Enguita, 1995). Desde la perspectiva de Zizek, "(l)as "excepciones" actuales –los sin techo, los que viven en guetos, los desocupados permanentes– son el síntoma del sistema universal del capitalismo tardío" (Zizek, 1997: 177). Por otro lado, nos oponemos a ridiculizar las posturas multiculturalistas como si todas formaran parte de un gran engaño (o de uno de los grandes engaños del "movimiento posmoderno"). Lo que pasan por alto buena parte de los teóricos enemigos del "proyecto político multicultural" es que las condiciones de vida de muchas "minorías" (étnicas, en nuestro caso) han mejorado y sus derechos han sido reconocidos gracias a los llamados movimientos multiculturalistas.


Ausencias presentes.
La problemática multicultural en Argentina debe ser rastreada en las aproximaciones que contemplan categorías como identidad, etnicidad, nacionalidad, diversidad y diferencia, ya que no es frecuente encontrar referencias explícitas al término multiculturalismo o derivados. A diferencia de Estados Unidos, Canadá y Europa, donde la cuestión multicultural es pensada mayormente en términos de etnicidad o identidad étnica, en muchos países de América Latina, como en la Argentina, prevalece el análisis de la construcción de la nación o identidad nacional, a tal punto que constituye parte de una tradición académica.

No obstante, hay que tener presente que la misma constitución de los Estados–nación en América Latina se distingue del resto de occidente debido a que las elites se enfrentaron a la doble tarea de "dar una nación a la etnia y al mismo tiempo dar una etnia a la nación" (Bauman, 2001: 47), lo cual refuerza la importancia de reconocer la relación entre estas dos categorías también en nuestro contexto.

Según Étienne Balibar, "ninguna nación posee naturalmente una base étnica, pero a medida que las formaciones sociales se nacionalizan, las poblaciones que contienen, se reparten o dominan dichas formaciones son "etnicizadas", es decir, representadas en el pasado o en el futuro como si constituyeran una comunidad natural, dotada por si misma de una identidad de origen, de cultura y de intereses que trascienden a los individuos y las condiciones sociales" (Balibar, 1991).

Por otra parte, si bien en América Latina las investigaciones sobre las desigualdades sociales y culturales deberían incorporar en mayor medida lo étnico, esto no debe desencadenar el abandono o sustitución de la clase social, categoría fundamental para comprender el complejo entramado de identidades culturales dominantes y subalternas y desarrollar prácticas sociales con fines emancipatorios. Por el contrario, se debería estimular la interrelación de estas potentes categorías para describir la realidad.

En esta línea, también es necesario destacar que en varias discusiones sobre problemáticas (multi) culturales, la autonomía relativa de la cultura, tan controvertida en su momento, parece haber obtenido una total independencia de las esferas económica, social y política. Si bien "la relevancia de la cultura reside en el hecho de ser, en la era del capitalismo global, el espacio privilegiado de articulación de la reproducción de las relaciones sociales capitalistas y de antagonismo a ellas" (Lowe y Lloyd, 1997, citado en Santos, 2003), parecemos asistir a una notable "culturalización" (o "absolutización cultural") del espacio social. "

Es peligroso convertir la cultura en la única clave interpretativa del mundo social, olvidando las interacciones entre las esferas culturales, económicas y sociales", advierte Martiniello (1998: 83), ya que corremos el riesgo de encubrir la desigualdad social y económica a través de la diversidad y diferencia culturales.

Consecuentemente, insistimos, no deberíamos dejar de relacionar los procesos de configuración de identidades con los procesos y mecanismos de producción, reproducción, legitimación y transformación de las desigualdades. En este sentido, tampoco alcanza con analizar los discursos, aunque es necesario, sino también la formación de prácticas, o al menos mostrar la relación que se establece entre discurso y política (7). Por último, pareciera ser que, como dan cuenta algunos trabajos recientes, se está perdiendo la fascinación/ seducción que provocó el componente imaginario de la construcción de identidades (o la exageración de aquél).

Se percibe ahora el surgimiento de una preocupación por los elementos identitarios no inventados que hacen a la unión/ desunión de los grupos. Por lo tanto, habría que indagar no sólo sobre identidades imaginadas, sino también sobre alteridades reales y quizás híbridas (Domenech, 2001).

Ausencias capitales.

La incorporación de la participación del mercado en la configuración de identidades y en la formación de "comunidades imaginadas" (Anderson, 1991) no es frecuente en los estudios sociales y culturales realizados en Argentina, aspecto clave a nuestro juicio para avanzar en la comprensión y transformación de la desigualdad social y cultural.

El poder colonizador no proviene más del Estado–nación, sino que surge directamente de las empresas globales" sentencia Zizek (1998: 171). Baste pensar, a modo de ejemplo, en la campaña publicitaria de la empresa multinacional Coca–Cola o de la cerveza Quilmes durante los mundiales de fútbol, donde la estrategia de venta consiste en resaltar sentimientos nacionales y patrióticos que apuntan a la unificación y cohesión social, adquiriendo mayor relevancia que las propias estrategias discursivas del Estado–nación (8).

No dudamos en señalar que el gran ausente de muchas investigaciones sociales sobre las relaciones étnicas, especialmente aquellas desarrolladas en el campo de la educación, es el sistema capitalista. Podríamos estar entreteniéndonos con "cuestiones menores" y perder de vista la cuestión de fondo. Zizek nos advierte claramente que mientras se da batalla por diferencias culturales "el capitalismo continúa su marcha triunfal" (Zizek, 1998: 176).


El multiculturalismo y sus ambiguedades (o conveniencias)

Ambiguedades atenuadas.

La diversidad étnica, cultural y linguística existente en América Latina y el Caribe, en contra de lo que proponen muchas de las miradas homogeneizadoras y homogeneizantes provenientes de los países capitalistas avanzados –también algunos académicos latinoamericanos– no se reduce a la cuestión indígena. Es posible distinguir otros dos grandes grupos (muy heterogéneos en su interior): la población negra (afrolatina y afrocaribeña) y la población inmigrante o extranjera. En función del peso porcentual de determinado grupo étnico sobre el total de la población de la región, se destacan principalmente Brasil, Venezuela y Colombia por su población negra, Perú, México, Guatemala, Bolivia y Ecuador por su población indígena, y Argentina y Venezuela por la población extranjera o inmigrante residente en el país (9). Esta diferenciación, a su vez, es fundamental para evitar la importación de debates multiculturales ajenos a nuestra realidad y para entender las diferentes "políticas de identidad" en desarrollo (o, si se quiere, a desarrollar).

En la Argentina, específicamente, la problemática multicultural puede vincularse a la existencia de diferentes grupos indígenas, así como a la presencia de colectividades de inmigrantes que resultaron de los flujos migratorios europeos producidos, con breves interrupciones en el medio, entre fines del siglo XIX hasta mediados del XX, y la inmigración latinoamericana limítrofe (proveniente especialmente de Bolivia, Paraguay y Chile), latinoamericana no limítrofe (Perú principalmente) y de ultramar (procedente de Corea y China, entre otros) acontecidas, o mejor dicho, visibilizadas desde la década de los "60 en adelante. Pero, esta presencia ya visible de la diversidad cultural, trajo consigo en la sociedad receptora –como ya indicáramos anteriormente– la renovación de una discusión sobre la diferencia y la desigualdad socioculturales en el plano de las ideas, no así de las acciones. De todas maneras, la multiplicación de organizaciones de inmigrantes, así como el crecimiento de espacios académicos destinados al tema de las migraciones, son indicios del progresivo cambio que se viene produciendo en el país desde hace algunos años en esta materia.


Ambigüedades múltiples.

El multiculturalismo, como tantos otros conceptos de las ciencias sociales y humanas, no presenta una significación unívoca y es objeto de múltiples desacuerdos.

El desconcierto se amplía debido a los difusos límites establecidos entre el "multiculturalismo" y nociones afines, si es que se traza alguna distinción (en la literatura angloamericana predomina el uso exclusivo del término, mientras que en la europea continental se introduce el prefijo inter y el sufijo dad para destacar las discrepancias conceptuales). Una primera diferencia que puede establecerse para despejar ambigüedades es entre el multiculturalismo entendido como descripción y/ o como proyecto (Stam, 1997, citado en Santos, 2003). Precisamente, uno de los factores que seguramente favorece la confusión es el uso simultáneo o alternado que puede hacerse del término. Otra de las diferenciaciones que puede realizarse es la que establece Torres (2001): el multiculturalismo puede ser aprehendido como movimiento social, enfoque teórico y educación multicultural.

Algunos autores distinguen entre multiculturalidad y multiculturalismo, ya se trate de una situación de hecho o de un programa político o entre multiculturalidad e interculturalidad en función de las formas y contenidos de la comunicación, interrelación e intervención entre las partes. Otros proponen nuevas diferenciaciones: por ejemplo, Enguita (2002) establece que es el "interculturalismo" el que debe guiar la política educativa, Bharucha (2000) distingue entre "intraculturalidad" e "interculturalidad" (citado en Santos, 2003) y Sartori diferencia el multiculturalismo del "pluralismo" (definiendo al primero como la negación misma del segundo).

Ambigüedades desconsideradas.
En Argentina, el discurso multi e intercultural pareciera haber arraigado más fuertemente en el campo de la educación que en el ámbito de la teoría social, manteniendo a su vez discusiones alejadas unas de otras. Por una parte, muchas investigaciones educativas omiten algunas de las principales discusiones en torno a la cuestión multicultural que se desarrollan en las ciencias sociales (particularismo vs. universalismo, esencialismo vs. construccionismo, individualismo vs. comunitarismo, entre otras). Además, en la escuela existe un tratamiento privilegiado de la "diversidad cultural", en tanto coexistencia cuasi armónica y desjerarquizada de formas culturales, y rara vez se discuten los modelos de sociedad o ciudadanía que se construyen.

Por otra parte, los teóricos o investigadores sociales subestiman el estudio de la construcción de la identidad étnica y nacional centradas en el campo de la educación, con lo cual se descuida una de las instituciones claves en la producción y reproducción de la cultura dominante, de desigualdades sociales y culturales y en la formación del espacio público.

Y cuando la educación se convierte en una preocupación común, como es el caso de muchos teóricos del multiculturalismo, lamentablemente la discusión suele centrase por desconocimiento o simplificación en las cuestiones curriculares (10), relegando la importancia de otras dimensiones de la educación a un segundo plano (11). Es en el campo educativo donde se visualizan muchas de las dificultades prácticas y debilidades teóricas de algunos supuestos sociales. Tampoco se puede desconocer que la educación en tanto política pública ofrece la posibilidad de concretar proyectos alternativos y emancipatorios.

Ambigüedades heterogéneas.

En muchas ocasiones se pierde de vista la construcción social de la imagen del inmigrante que se produce en el ámbito académico.

Es común encontrar trabajos sobre el discurso y las prácticas de la sociedad receptora, del Estado, de los medios de comunicación, pero rara vez se plantea algún análisis sistemático sobre las representaciones de los académicos acerca de los inmigrantes (a su vez, merecerían más que algunas líneas las motivaciones y el origen social de los investigadores que nos dedicamos a este tipo de estudios). Algo se ha dicho ya sobre las representaciones de los inmigrantes sobre los investigadores, análisis colateral que ha surgido de investigaciones etnográficas. En el ámbito académico, fundamentalmente en los países capitalistas avanzados, se visualiza una imagen homogénea del migrante, además de "romántica", asociada a una "ciudadanía global", expresada en la noción "ciudadano del mundo".

Esto lo encarna muy bien la teoría de frontera norteamericana. Pablo Vila plantea que en ella la metáfora del "cruzador de fronteras" se privilegia a la del "reforzador de fronteras" y afirma que "es proclive a construir al "cruzador de fronteras" o "híbrido" algo así como el nuevo "sujeto privilegiado de la historia" (...) Pareciera que para el "cruzador de fronteras" o el "híbrido" la experiencia de moverse entre diferentes disciplinas, etnicidades, culturas y países no es esencialmente muy distinta. Así, este tipo de experiencias tiende no sólo a homogeneizar experiencias que pueden ser muy diferentes, sino que también tiende a homogeneizar las fronteras" (Vila, 2000: 101–102).

En esta misma línea, Boaventura de Sousa Santos retoma la crítica de Bharucha (2000) y señala que el concepto de multiculturalismo tiende a ser abordado en el ámbito de los estudios culturales y de los estudios poscoloniales y de las ciencias sociales por una asociación privilegiada a la movilidad y a la migración, con énfasis en la de los intelectuales y con el silenciamiento de las situaciones de movilidad forzada u subordinada (refugiados, trabajadores migrantes, migrantes regresados) o de los que, sin moverse, son sujetos a los efectos y consecuencias de las dinámicas culturales, económicas y políticas translocales. "La tendencial esencialización y universalización de la condición migrante niega las historias diferenciadas de las migraciones y más allá de eso ignora a los individuos y comunidades que resisten a la migración en base a otras lealtades y lazos como la familia, tradición, comunidad, lengua y religión que no siempre son traducibles a las normas del individualismo liberal", dice Santos (2003: 30).

Afortunadamente, en el ámbito académico argentino, a diferencia de lo que puede ocurrir en los países desarrollados del hemisferio norte, no aparece una representación idealizada de los inmigrantes que soslaye o subestime sus precarias condiciones materiales y consecuentes padecimientos, propio del contexto de exclusión social donde transcurre la vida de muchos de ellos.

Sin embargo, una visión del inmigrante teñida de cierta homogeneidad parece predominar actualmente en el imaginario académico: suelen ser vistos como un grupo unido de hombres trabajadores manuales urbanos (no rurales) de baja calificación y de origen latinoamericano, muchos de ellos ilegales, que se desempeñan en la construcción o en el sector agropecuario.

Sin lugar a dudas, esta imagen atenta contra la heterogeneidad al interior de las mismas colectividades de inmigrantes, y no sólo limítrofes, cuestión que nunca se deja de especificar en las investigaciones más sólidas sobre el tema, y sugiere cuál es la mirada que se deriva sobre el fenómeno migratorio.


El multiculturalismo y sus acusaciones (o incomodidades)

Acusaciones indiscretas.
En general, las críticas orientadas al corazón del multiculturalismo apuntan a su dimensión ideológica, esto es, a su condición como corriente de pensamiento, proyecto o movimiento político, mientras que como hecho social pareciera suscitar discusiones ocasionales.

En cierta manera, parafraseando a Zizek, podríamos decir que "el multiculturalismo está aquí para quedarse". Según Touraine, por ejemplo, tanto el multiculturalismo como el multicomunitarismo en sus formas extremas "son afirmaciones ideológicas u operaciones políticas más que realidades sociales o culturales" (Touraine, 1997).

Sartori, por su parte, irritado en realidad por la carga ideológica de origen marxista que conlleva una de las vertientes del multiculturalismo, declara: "Es obvio que el multiculturalismo como existencia en el mundo de una enorme multiplicidad de lenguas, culturas y etnias (del orden de las cinco mil) es un hecho en sí tan obvio y tan sabido que no necesita un término ad hoc para identificarlo" (Sartori, 2001: 72–73). En el caso de la Argentina, el multiculturalismo como descripción o situación de hecho puede verificarse en zonas fronterizas rurales y urbanas y en áreas del interior de gran concentración poblacional, mientras que como proyecto o movimiento político está lejos de tomar forma por ahora.

Algunas de las principales críticas que ha recibido el multiculturalismo en términos generales y en sus múltiples versiones (12) han sido sistematizados por autores como McLaren (1997), Kincheloe y Steinberg (1999), Torres (2001) y Santos (2003). Una de las acusaciones, formulada a nivel conceptual, apunta a que el multiculturalismo, como observa Boaventura de Sousa Santos a partir de las consideraciones de Bharucha (2000), forma parte de una imposición que implica la exportación/ importación de conceptos o marcos analíticos que sirven como vehículo de una dominación intelectual eurocéntrica: se trata de un concepto creado para describir la diversidad cultural de las naciones norteamericana, canadiense y europea, que busca imponerse a los países menos desarrollados del hemisferio sur como modo de definir su condición histórica y sus identidades (Santos, 2003: 30).

Por otro lado, intelectuales conservadores y progresistas coinciden en acusar al multiculturalismo directa o indirectamente de "racista" (13). Sartori, por una parte, no fundamenta en absoluto su posición al respecto, solamente señala cierta conveniencia lingüística, pero puede inferirse que su declaración se apoya en el sentido antipluralista que le atribuye al multiculturalismo. Para Zizek, por la otra, el multiculturalismo –reducido a una sola expresión– si bien "no opone al Otro los valores particulares de su propia cultura", lo considera racista porque "el respeto multiculturalista por la especificidad del Otro es precisamente la forma de reafirmar la propia superioridad" (Zizek, 1998: 172).

En esta misma línea, Fish tilda de "racistas" a los multiculturalistas (conservadores) no por el hecho de que persigan la subyugación de determinados grupos, sino porque reproducen los estereotipos raciales y respaldan a las instituciones que los potencian (McLaren, 1997: 151). Para McLaren, el racismo sería una "precondición" para el multiculturalismo de tipo conservador, que convierte a las virtudes occidentales en la base de la estética nacional sobre la civilización y la ciudadanía, no extensible a las demás formas que puede adquirir (McLaren, 1997: 152).

Una de las principales acusaciones formuladas por la crítica liberal se relaciona con la "balcanización cultural" que promovería el multiculturalismo en detrimento de la cohesión social. Muy cerca de este planteamiento se encuentra la ofensiva conservadora, la cual culpa al multiculturalismo de la destrucción de la unidad cultural, al atacar aquél el canon cultural euronorteamericano. La siguiente explicación de Sartori ilustra bien estas ideas: el multiculturalismo es "un creador de diversidades que, precisamente, fabrica la diversidad, porque se dedica a hacer visibles las diferencias y a intensificarlas, y de ese modo llega incluso a multiplicarlas" (Sartori, 2001: 123). Así las cosas, la "política de la diferencia" es vista como una verdadera amenaza a la identidad y unidad nacionales y a los valores tradicionales. Por estos motivos, se lo acusa al multiculturalismo de "separatismo", atribuyéndole a su vez falta de "universalidad". Desde sectores progresistas se le reprocha el "perspectivismo" y "esencialismo" que adopta el multiculturalismo, o una de sus expresiones, la política de identidad, al basarse en características específicas más que universales –" ante la negación fundamentalista de la Particularidad, tenemos ahora la negación multiculturalista de la Universalidad" afirma Gruner (2003: 130 )– y al sostener una creencia en diferencias esenciales entre los grupos culturales, lo cual implica la asociación de "la diferencia con un pasado histórico de autenticidad cultural en el que se desarrolló la esencia de una determinada identidad; una esencia que supera las fuerzas de la historia, del contexto social y del poder (Kincheloe y Steinberg, 1999: 45) (14).

Pero la acusación más contundente es aquella, proveniente del marxismo, que atribuye al multiculturalismo insuficiente capacidad para desafiar el orden social existente, esto es, la organización de la sociedad capitalista, o más aún, formar parte de la ideología del capitalismo global. Obras de la corriente crítica norteamericana como las de McCarthy (1993) y Ladson–Billings y Tate (1995) coinciden en señalar que el multiculturalismo, o mejor dicho algunas de sus facciones, se han visto absorbidas por el "sistema", dirigiendo sus críticas a los fundamentos liberales del multiculturalismo.

Además de no ofrecer soluciones radicales a los problemas sociales, económicos y políticos relacionados con la discriminación, la desigualdad y la explotación, reducen la problemática multicultural a la promoción del respeto y la tolerancia, propiciando en todo caso la proliferación de las diferencias en términos de "unidad", entendida toda diferencia en tanto análoga como equivalente, pero reconciliando las tensiones entre ellas (Torres, 2001: 252). Jacoby, por su parte, destaca la relación entre la diversidad cultural y la sociedad de consumo y afirma que "esas culturas diversas no ofrecen opción ni al consumismo ni al capitalismo" (Torres, 2001: 264). Desde esta perspectiva, la preocupación multiculturalista estaría instalada en la incorporación de los distintos grupos étnicos a la sociedad de consumo en vez de estar focalizada en su superación.

Zizek, asimismo, concluye que "la problemática del multiculturalismo que se impone hoy es el modo en que se manifiesta la problemática opuesta: la presencia masiva del capitalismo como sistema mundial universal" (Zizek, 1998: 177).


Acusaciones convergentes.

Las investigaciones sociales dedicadas al análisis de la "cosa multicultural" –como por ejemplo aquellas relacionadas a colectividades de inmigrantes– son cada vez más crecientes; sin embargo, la mayoría no tendrá repercusión favorable alguna en las vidas de los actores sociales que de alguna manera forman parte de la población en estudio (esto mismo ocurre con la impresionante cantidad de estudios sobre la pobreza). No hay miras de que la brecha existente entre la producción académica y la responsabilidad social se reduzca.

En el mejor de los casos, la elaboración teórica y empírica ha servido para visualizar las desigualdades, actuando a su vez como mecanismo de denuncia social. Esto no es en absoluto algo insignificante, sin lugar a dudas ésta es una de las funciones de la investigación, pero cabe preguntarse si es suficiente. Convencidos que a la investigación social no sólo le cabe interpretar sino también cambiar el mundo, tampoco sostenemos que ella deba considerar siempre su aplicación práctica (esta sería otra discusión), pero sí sostenemos que parte de la obligación de intelectuales y académicos es cuestionar y suprimir la perpetuación de la cosificación de los sujetos sociales en los procesos de investigación, quienes pueden resultar muy útiles para mantenerse y crecer en el sistema académico.

Quienes realizan regularmente algún tipo de trabajo de campo seguramente recordarán algún episodio donde los actores sociales les hayan planteado que no quieren volver a ser utilizados. No deberíamos dejar de preguntarnos acerca de los intereses y las necesidades que atienden nuestras investigaciones.

Finalmente, no podemos pasar por alto la relación que puede llegar a establecer en un futuro la academia argentina con el multiculturalismo. En nuestra opinión, el actual discurso políticamente correcto que se declara a favor del multiculturalismo, sufrirá un desplazamiento que lo llevará a pronunciarse en contra de todo proyecto multicultural o multiculturalista.

Se trata, a nuestra manera de ver, de la adopción rápida y entusiasta de discursos críticos de manera acrítica.

En este paso, por ejemplo, se soslayan la precisión conceptual necesaria y las controversias teórico–prácticas básicas para comprender y tomar partido respecto a las cuestiones apremiantes que plantean los ya de por sí difusos contornos del fenómeno multicultural. Pero dada la velocidad de este probable cambio, habría que pensar si realmente existirá tal paso, ya que por momentos pareciera que hay un punto de llegada pero no de partida: nos enteramos de la discusión del multiculturalismo cuando ya se ha instalado como políticamente correcto un discurso en contra de él (15).


A MANERA DE CIERRE
Las consideraciones realizadas en torno a las ausencias, ambigüedades y acusaciones del multiculturalismo en la Argentina quizás sirvan para advertir los riesgos que pueden correr las buenas intenciones si quedamos atrapados por el "encanto multicultural". Además, posiblemente sean útiles para preguntarse por la pertinencia que tiene el uso del término "multiculturalismo" como hecho social, categoría analítica, enfoque teórico, proyecto político o movimiento social en nuestro contexto. Pero no deberíamos confundir esta prudencia intelectual con el riesgo y la incertidumbre inevitables a la hora de actuar en los reconocidos espacios sociales multiculturales. Por ello, las observaciones hechas en este trabajo también pueden ser útiles para pensarlo en plural, esto es, en términos de "multiculturalismos". En este sentido, no deberíamos perder de vista las múltiples posibilidades de transformación social que ofrece el multiculturalismo asociado a contenidos y proyectos emancipatorios y contrahegemónicos, tal cual lo plantean propuestas alternativas como el "multiculturalismo emancipatorio" (Santos, 2003), el "multiculturalismo revolucionario" (McLaren, 1998) y el "multiculturalismo emancipatorio crítico" (McCarthy, 1994, 1998).

No obstante, ante cualquier intento o declaración entusiasta, correspondería contemplar la naturaleza del cambio propuesto, así como las condiciones y circunstancias necesarias, para no fabricar prolijas ilusiones desoladoras, ni quedar entrampados en los discursos encantadores de la buena sociedad.


REFERENCIAS
• Anderson, Benedict (1991): Comunidades imaginadas. Reflexiones sobre el origen y la difusión del nacionalismo. México: Fondo de Cultura Económica.
• Balibar, Étienne (1991): "Etnicidad ficticia y nación ideal", en Balibar, E. y Wallerstein, I. Raza, nación, clase. Madrid: IEPALA. [ www. cccbxaman. org/ revers/ portada2/ monog1_ 11. htm] Baumann, Gerd (2001): El enigma multicultural. Un replanteamiento de las identidades nacionales, étnicas y religiosas. Buenos Aires: Paidós.
• Domenech, Eduardo (2002) "Multiculturalismo, escuela y desigualdad. Inicios de una búsqueda alrededor de alteridades reales, imaginadas e híbridas", en Páginas, Año 2, N° 2 y 3, pp. 169–175.
• Enguita, Mariano (1995): "Escuela y etnicidad: el caso de los gitanos", en AA. VV., Volver a pensar la educación: política, educación y sociedad, Vol. I, pp. 281–293. Madrid: Paideia/ Morata.
• García Canclini, Nestor (1999): La globalización imaginada. Buenos Aires / Barcelona / México: Paidós.
• Gruner, Eduardo (2002): El fin de las pequeñas historias. De los estudios culturales al retorno (imposible) de lo trágico. Buenos Aires: Paidós.
• Hall, Stuart (1999): A identidade cultural na pós–modernidade. Rio de Janeiro: DP& A. Hopenhayn, Martín (2001): "¿ Integrarse o subordinarse? Nuevos cruces entre política y cultura", en Daniel Mato (comp.): Estudios latinoamericanos sobre cultura y transformaciones sociales en tiempos de globalización. Buenos Aires: CLACSO.
• Hopenhayn, Martín y Álvaro Bello (2001): Discriminación étnico–racial y xenofobia en América Latina y el Caribe. Santiago de Chile: CEPAL.
Kincheloe, Joe y Shirley Steinberg (1999): Repensar el multiculturalismo. Barcelona: Octaedro. Kymlicka, Will (1996): Ciudadanía multicultural. Una teoría liberal de las minorías. Barcelona: Paidós.
Martiniello, Marco (1998): Salir de los guetos culturales. Barcelona: Bellaterra.
McCarthy, Cameron (1994): Racismo y currículum: La desigualdad social y las teorías y políticas de las diferencias en la investigación contemporánea sobre la enseñanza. Madrid: Morata. McCarthy, Cameron (1998): The uses of culture: Education and the Limits of Ethnic Affiliation. Nueva York: Routledge.
• McLaren, Peter (1997): Pedagogía crítica y cultura depredadora. Políticas de oposición en la era posmoderna. Barcelona: Paidós. McLaren, Peter (1998): Multiculturalismo revolucionario. México: Siglo XXI.
• Oliveira Gonçalves, Luiz A. y Petronila B. Gonçalves e Silva (2002): O jogo das diferenças. O multiculturalismo e seus contextos. Belo Horizonte: Autêntica.
• Santos, Boaventura de Sousa (org.) (2003): Reconhecer para libertar. Os caminhos do cosmopolitismo multicultural. Rio de Janeiro, RJ: Civilizaçao Brasileira.
• Sartori, Giovanni (2001): La sociedad multiétnica. Pluralismo, multiculturalismo y extranjeros. Madrid: Taurus.
• Schmidt, Heidulf (1991): "Presentación", en M. C. Mejía (coord.): Etnias, educación y cultura. Defendamos lo nuestro. La Paz / Caracas: ILDIS / Nueva Sociedad.
• Sermeño, Ángel (2001): "La corrección política impugnada: Sartori contra el multiculturalismo", en Metapolítica, Nº 20, Vol. 5, octubre–diciembre.
• Silva, Tomaz Tadeu da (2000): "A produçao social da identidade e da diferença", en Tomaz Tadeu da Silva (org.) Identidade e diferença. A perspectiva dos Estudos Culturais. Petrópolis, RJ: Vozes.
Taylor, Charles (1993): El multiculturalismo y "la política del reconocimiento". México: Fondo de Cultura Económica.
• Torres, Carlos (2001): Educación, democracia y multiculturalismo. México D. F.: Siglo XXI.
• Touraine, Alain (1997): ¿Podremos vivir juntos? La discusión pendiente: el destino del hombre en la Aldea Global. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.
• Zizek, Slavoj (1998): "Multiculturalismo o la lógica del capitalismo multinacional", en Fredic Jameson y Slavoj Zizek Estudios Culturales. Reflexiones sobre el multiculturalismo. Buenos Aires: Paidós.


Notas
1. Este trabajo surge como resultado de las discusiones planteadas en el seminario de investigación "Multiculturalismo, migraciones internacionales y desigualdades sociales" del Centro de Estudios Avanzados de la Universidad Nacional de Córdoba.
2. En general se reconoce que el multiculturalismo se extiende a distintos tipos de diversidad, es decir, diferencias de raza o etnia, clase socioeconómica, género, cultura, lenguaje, preferencia sexual o discapacidad, pero los análisis sociales suelen concentrarse en categorías como clase social, género y raza/ etnia (Kincheloe y Steinberg, 1999) o abarcar focos de atención como la etnicidad, la nacionalidad y la religión (Bauman, 2001). En este trabajo sólo nos ocuparemos de la dimensión étnica del multiculturalismo, siempre considerada en su relación con la clase social. Esto no debe leerse como desconocimiento de nuestra parte de la importancia de las relaciones de género en los procesos de producción, reproducción y resistencia de la desigualdad social y cultural.
3. Hopenhayn y Bello (2001) señalan acertadamente que "(e)s el Estado el que ha promovido no pocas veces una "xenofobia funcional" destinada a asegurar, ante un conflicto o una guerra, la adhesión y fidelidad de los ciudadanos a los valores de la patria". En la actualidad, de manera complementaria, pueden observarse en la Argentina manifestaciones elocuentes de un revival del nacionalismo, una "endopatía funcional": en la ciudad de Córdoba, por ejemplo, desde el año 2002 se organizan eventos oficiales de gran envergadura en ocasión de las fechas patrias (el mayor despliegue acontece en el mes de mayo con el Festival de Bandas –militares y juveniles–en conmemoración del 190° aniversario del Himno Nacional Argentino).
4. Kymlicka (1996) distingue entre las minorías nacionales, que resultan de un proceso de conquista o incorporación cuya demanda es la autonomía político –administrativa y la autodeterminación, y los grupos étnicos, que se originan de un proceso de inmigración cuyo reclamo se basa en el reconocimiento cultural e identitario.
5. Actualmente, algunos medios de comunicación se han hecho eco de la actual "crisis de identidad nacional" (también económica, política, institucional) y están dedicando cierto espacio a la (auto) definición de la "argentinidad": ¿quiénes somos los argentinos? ¿qué es ser argentino? se han vuelto una vez más preguntas "relevantes". Asimismo, periodistas, historiadores y escritores (con la participación de la industria editorial) han encontrado un nuevo mercado para sus producciones.
6. El creciente interés que se constata en Argentina por el tema en el ámbito académico se visualiza, por ejemplo, en las reuniones científicas desarrolladas en los últimos años. Entre las primeras se destacan las Jornadas sobre Colectividades del IDES, las Jornadas de Reflexión sobre Bolivianos en la Argentina de 1996 y las periódicas Jornadas de Investigadores de la Cultura auspiciadas ambas por el Instituto Gino Germani de la UBA. También el Seminario Internacional sobre Migraciones Internacionales organizado en Buenos Aires en el año 2000 por la Comisión de Migraciones de la Asociación Internacional de Sociología (ISA) da cuenta del interés suscitado. La creciente preocupación académica por temas vinculados al multiculturalismo también se refleja en la cantidad de simposios específicos dedicados a este hecho social en las VII Jornadas Regionales de Investigación en Humanidades y Ciencias Sociales desarrolladas en el año 2002 por la FHyCS de la Universidad Nacional de Jujuy y el Congreso Internacional "¿ Cómo construir el diálogo intercultural?" coordinado por la Asociación de Estudios Interculturales en el IRICE–CONICET durante el presente año en Rosario. Por otra parte, aunque la mayor producción se concentra en Buenos Aires, hay varios equipos de investigación dedicados a temáticas afines en distintos puntos del país (Córdoba, Jujuy, Rosario, Tucumán, Neuquén y Mendoza, entre otros), cuya difusión de los trabajos es generalmente menor. En Córdoba, por ejemplo, se desarrolla actualmente una significativa cantidad de investigaciones que centran su atención en distintos aspectos socioculturales o sociodemográficos de las migraciones (es el caso de los trabajos de S. Begala, E. Bologna, D. Celton, E. Domenech, A. Dujovne, C. Ortiz, L. Misetich, A. Oliva, O. Páez, A. Pescio, B. Ribotta, R. Rufino, entre otros).
7. En el caso de los inmigrantes se podrían contemplar, por ejemplo, las implicaciones sociales, políticas y jurídicas de la condición de ilegalidad de los inmigrantes, los elementos estructurales que condicionan su integración/ exclusión, la discriminación en el mercado de trabajo y en el acceso a la vivienda, a la salud, a la educación, los derechos civiles y políticos de los inmigrantes, etc.
8. Estos ejemplos fueron sugeridos, respectivamente, por Zoraida Ahumada y Amalia Pescio, ambas integrantes del seminario de investigación "Multiculturalismo, migraciones internacionales y desigualdades sociales" (CEA–UNC).

Durante los enfrentamientos comerciales y publicitarios entre empresas también se hacen otros usos de la nacionalidad: "La mejor forma que encontró Isenbeck de defender a los consumidores fue una campaña publicitaria que, tomando en cuenta la histórica rivalidad entre Argentina y Brasil en el fútbol, aprovechó el inicio de la Copa del Mundo para publicar en los diarios argentinos un anuncio en el que con el fondo de la bandera brasileña, a la cual se le sustituyó el círculo azul por una tapita de cerveza Quilmes (patrocinadora oficial de la selección argentina), se lee: Los brasileños compraron Quilmes. ¿Justo antes del Mundial? ¿Cómo se decía vendido en portugués?" (27–06–2002) [http://www.rel–uita.org/sectores/bebidas/ ambev_quilmes.htm]

9. Con excepción de Uruguay todos los países latinoamericanos tienen poblaciones indígenas. Se calcula que en América Latina y el Caribe hay entre 33 y 40 millones de indígenas divididos en unos 400 grupos étnicos, alcanzando aproximadamente el 8% de la población regional. La población negra y mestiza afrolatina y afrocaribeña estimada comprende a 150 millones de personas, lo que representa aproximadamente el 30% del total poblacional de la región (Hopenhayn y Bello, 2001).

10. En los países anglosajones, otra de las discusiones privilegiadas gira alrededor de la acción afirmativa o discriminación positiva.

11. Véase Taylor, 1993.

12. McLaren (1997) propone distinguir diferentes tipos de multiculturalismo según su afiliación ideológica: conservador, liberal, liberal de izquierdas, crítico y de resistencia. Posteriormente, plantea un "multiculturalismo revolucionario" (McLaren, 1998). Es interesante destacar que Bharucha (2000) cuestiona la multiplicación de adjetivaciones del multiculturalismo, ya que considera que el concepto se vacía de un contenido preciso (Santos, 2003: 30).
13. Véase Zizek, 1998; Sartori, 2001; Gruner, 2002.
14. Es interesante observar, en el caso de los Estados Unidos, cómo las mismas políticas sociales promueven este "esencialismo" al hacer efectivos ciertos derechos u otorgar ciertas "ventajas" en base a la adscripción étnica de los individuos.
15. Esto no responsabiliza a aquellos teóricos que, como Eduardo Gruner, buscan desmontar desde una perspectiva crítica nociones como el multiculturalismo, sino a aquellos que adoptan una postura frente a la cuestión multicultural a partir de una lectura simplificadora y reduccionista que no es cotejada, al menos, con la realidad cotidiana de inmigrantes o indígenas.


Como citar este documento: Domenech, Eduardo E.. El multiculturalismo en Argentina: ausencias, ambiguedades y acusaciones. En publicacion: El multiculturalismo en Argentina: ausencias, ambiguedades y acusaciones. Eduardo E. Domenech CEA, Centro de Estudios Avanzados, Universidad Nacional de Cordoba, Argentina.

MANUEL MARULANDA - TIROFIJO, NARCOTRÁFICO Y SECUESTRO.

El oficio de ser Tirofijo



Pese a su halo romántico, Manuel Marulanda convirtió a las FARC en una guerrilla terrorista que vive del narcotráfico y el secuestro
PILAR LOZANO 31/05/2008



Por qué a veces usa una toalla roja y otras veces blanca o amarilla?", le preguntó, curiosa, una periodista a Manuel Marulanda, Tirofijo, hace seis años, cuando en la zona del Caguán, al sur del país, se adelantaban diálogos de paz con la guerrilla izquierdista de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), comandada por este hombre, en ese momento de 72 años. Y Marulanda, que, por campesino, aprendió desde muy joven a llevar sobre los hombros una toalla para secar el sudor y espantar los zancudos de su cara, le respondió tras un largo silencio: "Siempre que viene él llega con la camisa azul; entonces yo me pongo la toalla roja; por liberal". Azul y rojo distinguen a los partidos tradicionales que durante décadas se disputaron el poder en Colombia.

FARC
(Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia)


A FONDO


El líder de las FARC y el entonces presidente Durante la reunión en celebrada en Los Pozos en el año 2000.- AP


Se ganó el apodo de tirofijo por su buena puntería y porque miraba con sus ojos pequeños, arrugados, de águila

"No dependemos de la coca" decía, pero hizo del narcotráfico la gran fuente de financiación de las FARC

Los militares aún confían en hallar su cuerpo y en que tenga una bala oficial alojada en lo más profundo.
El veterano guerrillero, que murió de infarto, según las FARC, el pasado 26 de marzo a las 18.30, había invitado aquel sábado de hace seis años a un grupo de periodistas a almorzar en la Casa Roja, como llamaban al sitio dedicado a eventos sociales, en medio de la inmensa zona desmilitarizada que sirvió de escenario al fallido intento de paz.

Fue una charla informal con el hombre que estuvo a la cabeza de una guerrilla que perdió su rumbo por negociar con seres humanos como si fueran mercancías, por sus lazos con el narcotráfico y por sus prácticas terroristas. "Yo no escogí la guerra; la guerra vino a por mí", les dijo.



Fue por liberal que Pedro Antonio Marín -así es su nombre original- se echó, por primera vez, un fusil al hombro. "Alzarse en armas era la única manera de sobrevivir", contó a Arturo Alape, su biógrafo, al explicar su salto de campesino a hombre de guerra. Ocurrió en 1948, en medio de un país incendiado por la violencia bipartidista exacerbada por el asesinato del líder liberal Jorge Eliécer Gaitán. Hasta ese momento, en su pueblo daba igual ser liberal o conservador, pero, de repente, la diferencia entre ser rojo o azul se vino sobre su familia "como alud de tierra". Todos eran liberales. "Era la señal de la cruz que siempre se lleva en la frente; la familia de nosotros era gaitanista", le contó a Alape. Por eso se convirtieron en blanco de los chulavitas y los pájaros, como se llamaba a los matones conservadores. Para salvarse se escondió en la casa de un tío; pronto supo que, de todas maneras, lo iban a matar. Empezó entonces a preguntarse: ¿dónde están las armas? ¿cómo se consiguen? Al poco tiempo tenía organizada una guerrilla de 14 hombres; todos ellos primos suyos. "Ni siquiera teníamos escopetas, sólo machetes y palos", confesó a los periodistas en el almuerzo. El grupo fue creciendo hasta convertirse en una autodefensa liberal que compartía terreno con otra de origen comunista. Cuando se planteó el enfrentamiento entre las dos corrientes, Marulanda se paró en una asamblea y dijo: "De mi fusil jamás saldrá un disparo contra los comunistas". Veía, aseguró, mejores cualidades en ellos que en sus copartidarios. "Desde entonces se me apolilló en el cerebro el lenguaje liberal", declaró a Alape.

Con sus nuevos aliados, crearon una zona de resistencia campesina, Marquetalia, en el departamento del Tolima, al suroeste de Bogotá. Al amanecer del 14 de junio de 1964 vieron cómo, desde helicópteros, empezaban a descolgarse cientos de soldados. Tenían la orden de tomar, como fuera, esa "república independiente", como se llamaba desde la capital, Bogotá, al refugio de Tirofijo -por entonces un hombre delgado, con cara de asustadizo y con un bigote que parecía pintado con lápiz-, y a "sus secuaces". Allí vivía medio centenar de familias, organizadas en comuna, como ocurría ya en otros sitios del país.


Tirofijo y sus 48 hombres lograron huir. Con sus armas protegieron luego las llamadas columnas de marcha: campesinos que en un intento de desplazamiento ordenado, en medio del asedio militar para acabar los focos comunistas, atravesaron la cordillera y crearon, más allá, nuevos caseríos. En 1966, en la primera conferencia guerrillera, nacieron las FARC. Y nació una leyenda: a Tirofijo se le empezó a ver simultáneamente en varios sitios. Muchas veces se dijo que hacía pactos con el diablo porque escapó de cercos militares que le tendieron 15 gobiernos distintos... muchas veces se dio la noticia cierta de su muerte... "Con la Operación Marquetalia, la clase dirigente de este país creó el movimiento armado colombiano; creó las FARC", sostuvo siempre Arturo Alape, fallecido recientemente. Esta guerrilla ha llegado a tener, en sus mejores momentos, según fuentes oficiales, más de 17.000 hombres y 70 frentes desperdigados en la difícil geografía de un país de 44 millones de habitantes y dos veces más grande que España.

Pedro Pablo Marín, padre del guerrillero, aseguraba que el mayor de sus cinco hijos nació el 12 de mayo de 1928 en Génova, un pueblo cafetero colgado de las montañas de la cordillera Central. Tirofijo lo contradecía: "Yo soy del año 30, o sea de cuando el mandato de Olaya Herrera". Y Olaya Herrera fue para los liberales auténticos de comienzos del siglo XX una suerte de héroe: rompió 30 años de hegemonía conservadora.

De los primeros años de Marulanda se sabe que sólo hizo la escuela primaria, que salió de casa a los 13 años porque quería "formar su propio patrimonio", que a los 16 manejaba un negocio de corte de madera, que aprendió esgrima -blandiendo machete- al lado de su tío José de Jesús. Amaba practicar este deporte, como amaba encerrarse en su cuarto, después de echar el candado a su negocio, para tocar el violín: "Me apasionaba, me hacía vibrar el cuerpo entero".

Sobre la esgrima, confesó a Alape: "Se debe actuar con los ojos, porque en la esgrima se ve que la otra persona movió un ojo y a consecuencia uno puede decir: 'Para ese lado va el machete' y puedes cortarle las intenciones a ese prójimo". Tal vez de esa práctica nació su destreza al disparar e hizo su mirada más penetrante, más astuta.

Tirofijo fue el apodo que ganó muy pronto por su buena puntería. Cuando hizo suyas las ideas comunistas, tomó el nombre de un sindicalista asesinado a golpes: Manuel Marulanda Vélez. Su sueño -le contó a su biógrafo- era borrar ese moquete; jamás lo logró. Cuando alguien le lanzaba una pregunta, él miraba con sus ojos pequeños, arrugados, de águila. Observaba, reflexionaba y luego respondía. Muchas veces devolvía la pregunta: "¿Usted por qué pregunta eso?".

Los gestos y actitudes de Marulanda reflejaron siempre su origen campesino: extremadamente malicioso, calmado, con su español salpicado de anacronismos -"haiga", dijo siempre-. No se alteraba; fue un hombre que manejó otro concepto del tiempo, otro lenguaje. Siempre se levantó de madrugada, a las 4.30, y se acostaba a las ocho de la noche.

Los que conocían su raíz campesina sintieron como un discurso profundamente político el que escribió para el acto de creación de los diálogos de paz, el 7 de enero de 1999. Él nunca llegó. Dejó la silla vacía al lado del presidente Andrés Pastrana, en el acto que dio inicio a los diálogos de paz. Joaquín Gómez, uno de sus hombres más cercanos, fue el encargado de leerlo. Para los otros fue una simple lista de reclamos por las gallinas, las vacas y los marranos que el Estado les había arrebatado en Marquetalia y luego en Casa Verde -sede por muchos años del secretariado de las FARC-, bombardeada intempestivamente en el Gobierno de César Gaviria, el mismo día de las elecciones para la Asamblea Constituyente de 1991.

En el Caguán, durante los tres años que duró este último intento de paz, Marulanda aparecía por sorpresa en el escenario de las discusiones. Se dejó ver de civil: camisa de cuadros, pantalón blanco, botas pantaneras, pistola al cinto. Y permitió que lo fotografiaran con su pastor alemán; los perros y el tango fueron sus pasiones.

En su vida privada fue muy reservado. Se sabe que al menos tuvo varios hijos y dos mujeres; la última, más de 40 años menor que él. Una caricia captada por una cámara de televisión dejó al descubierto que la muchacha que siempre lo acompañaba, que manejaba la moderna camioneta en la que se movía por el Caguán, era su compañera: Sandra. Marulanda comía sólo lo que ella le preparaba. Como campesino, como viejo zorro, era extremadamente desconfiado.

Alberto Rojas Puyo, ex senador y militante marxista durante más de 40 años, narró a EL PAÍS la primera impresión que tuvo al conocer a Tirofijo hace ya casi tres décadas. "Es un hombre inteligente, un guerrero impresionante, de gran modestia en su actitud personal, nunca habla de sus hazañas, extremadamente cauteloso y reservado". Y esta modestia fue uno de sus rasgos acentuados; siempre fue esquivo con la prensa, no buscaba figurar. "Uno mantiene en reserva sus dotes y conocimientos; no es para andar faroleando", le confesó a Alape.

Pero también lo alejaba de la prensa la desconfianza. Siempre la vio como potencial enemiga: "Todo lo tergiversan, nunca dicen la verdad. Por ejemplo, nos tratan de terroristas, entonces, ¿para qué quieren hablar con terroristas? Nos tratan de secuestradores, entonces, ¿para que quieren hablar con secuestradores? Ellos tienen deuditas con nosotros".

Algunos le reconocen también habilidades de negociador. Tenía, dicen, una gran capacidad para penetrar "en los adentros de su interlocutor". Escuchaba y observaba mucho, reflexionaba, sacaba conclusiones. Rojas Puyo lo conoció en medio de los diálogos de 1984, cuando firmó, con el presidente Belisario Betancur, el primer cese el fuego bilateral; de ahí nació un partido político: la Unión Patriótica. Era la puesta en práctica de la combinación de todas las formas de lucha. Más de 3.000 de los militantes de la UP murieron luego asesinados en un capítulo oscuro de la historia reciente de Colombia. El fracaso de aquel intento de paz marcó el fin de la época romántica -si cabe el término- de esta guerrilla. A partir de entonces, el narcotráfico se convirtió en fuente de financiación. En esos tiempos, los narcos empezaron a montar sus laboratorios en zonas sin control del Estado, las mismas por donde campeaban las FARC.

"No dependemos de la coca", dijo muchas veces, cortante, Tirofijo. Así, tajantes, eran sus respuestas a las preguntas que le resultaban incómodas. "La pregunta de la pesca milagrosa -secuestros al azar en retenes en medio de carreteras- me la han formulado por más de mil veces. Y si hasta ahora no han logrado entenderla es porque nunca la van a entender". No aceptaba este delito. Para él las FARC retenían a paramilitares y a personas con capital superior a un millón de dólares, para "pedirles una contribución". No es así: las FARC se convirtieron pronto en los mayores secuestradores del país; los colombianos saben que cualquiera, rico o pobre, puede caer en la trampa.

Otra cosa fueron para él los secuestrados políticos, los canjeables. "Del canje se ocupa mi persona", dejó muy en claro cuando puso el tema sobre la mesa. Soñaba con una ley de canje que permitiera el intercambio permanente de combatientes en prisión por secuestrados políticos. "Los canjeables pueden durar mucho tiempo secuestrados; los cuidamos bien", afirmó alguna vez, displicente, como si el tiempo de los rehenes desperdiciado en la selva no importara.


Era un guerrero, un estratega. Devoraba libros sobre táctica militar. "No hay en el país un lector más atento a la literatura del Ejército colombiano que él", narraba en el Caguán alguien que lo conocía de cerca. Estuvo, hasta el final, pendiente de las escuelas de cuadros guerrilleros. Las cuidaba, como la niña de sus ojos. Nunca permitió que estuvieran al frente de esa tarea personas que no fueran de su extrema confianza. Dictaba cursos, sacaba lecciones de los combates librados por sus hombres. Defendió sin ruborizarse, como armas de guerra válidas, las pipetas de gas repletas de metralla. Con ellas, las FARC han destruido pueblos, asesinado a campesinos indefensos, a gente corriente.

Es indiscutible que Tirofijo marcó la historia de este país en los últimos 60 años. Para los generales, que corrieron tras él durante seis décadas, fue un viejo zorro que con habilidad supo hacerles el quite; un hombre que se fue sin pagar sus infinitas cuentas con la justicia.
Les resulta difícil aceptar que haya muerto así, en la cama, tranquilo, abrazado a su mujer, rodeado de su guardia personal. Abrigan una esperanza: encontrar su cuerpo y descubrir alojada, en lo más profundo, una bala oficial. Así, piensan, debería haber sido el final del guerrillero más viejo del mundo, del hombre que, para ellos, nunca fue más que "un facineroso, un bandido".

Para los suyos es distinto. Fue la figura paterna que mantenía unida a "la familia de las FARC"; veían a su jefe con veneración. Por eso, la gran duda: ¿tendrá su sucesor, Alfonso Cano, tamaña capacidad de liderazgo? Marulanda se anticipó a los interrogantes que genera su muerte: "Si me llego a morir, aquí -en las FARC- no hay líneas duras ni blandas; si me llego a morir, aquí hay mil que me reemplazan", dijo en el Caguán. Luego, a manera de reto, ya como despidiéndose, soltó: "Para que lo vayan sabiendo...".

RAYUELA DE CORTÁZAR . POR EL LOBO ESTEPARIO

Rayuela - Julio Cortázar


Si nos remitimos sólo a la historia que cuenta el libro puede carecer de interés, un argentino radicado en Francia, de amores con una uruguaya y cómo la pierde luego, para regresar a su tierra natal y volverse a encontrar con un viejo amigo, pero sin poder olvidar a esa persona que lo marcó y que tal vez no llegó o no quiso comprender colocándolo al borde de la locura.

Lo interesante de esta obra es la cantidad de detalle que ofrece, Cortázar abre por completo la mente de Oliveira, el protagonista, y la plasma en el libro con todas sus contradicciones. Los diálogos entre los personajes llegan a ser demasiado densos, pero con harto contenido y deseo de gastar todo lo que puede ofrecer el tema del momento, esas charlas 'cultas' entre los miembros de su grupo pueden incluso confundir si no se leen cuidadosamente, tal vez por eso Cortázar decidió darle dos distribuciones a su libro, uno que empieza del capítulo 1 al 56, y otro con mucho más detalle que inicia en el 73, regresa al 1, luego pasa al 116 y así, de forma salteada.

El orden de lectura que le da a su libro, más parece que sirve para no dormir al lector y otorgarle un poco más de ansiedad, hay pasajes que causan risa, especialmente cuando empieza a trabajar en un sanatorio mental y otras muy tristes, como cuando muere el hijo de su amor, la Maga, pese a todo, Oliveira hace gala de una frialdad poco común, pero que es un enorme disfraz para compensar ciertas pérdidas que lo pueden llevar al borde de un ventanal y lanzarse, algo que buscó como desenlace.

Rayuela en su segunda lectura o distribución carece de final, Cortázar nos juega una broma llevándonos a un bucle infinito de capítulos con el protagonista recuperándose de un arrebato de locura, un dato importante, Oliveira no muere y la suerte de la Maga nunca queda definida por el autor, cualquier apasionado a la lectura de Rayuela puede no haberle perdonado semejante omisión.

Lo bueno: Todo el universo creado alrededor de una historia simple, sus diálogos dan mucho para cavilar.
Lo malo: A veces usa términos franceses y yo no sé francés.

ENSAYO SOBRE LA CEGUERA

Ensayo sobre la ceguera - José Saramago

Si bien leí este libro hace buen tiempo ya, creo que merece postearlo por ser uno de los mejores que he tenido entre manos, la historia comienza en una ciudad común y corriente, para ser más exactos en el cruce de una calle donde ocurre el primer caso de ceguera fulminante, el detalle está en que dicha ceguera era blanca, como un mar de leche. Poco a poco e inevitablemente va extendiéndose el extraño mal a manera de contagio, sin forma de control, hasta que gente sana sin contacto alguno con los afectados empieza también a quedarse ciega.

La historia no es sólo un perder la vista y ya, es una revisión del comportamiento humano ante la tragedia colectiva, el clasismo surgido entre los que están bien, los que pueden estar mal y los que están mal, sin importar lazos fraternos, amicales, etc. Debido a lo extrema de la situación todos los ciegos son llevados a un hospital abandonado mientras afuera la ceguera continuaba expandiéndose, y el caos empezaba a imperar en la ciudad.

Cabe resaltar la conducta de la protagonista, quien para estar cerca de su marido y a pesar de no afectarle dicha ceguera, decide hacerse pasar por una más de los enfermos y empieza a ser la testigo principal de la descomposición del lugar donde se encontraban hacinados, observa la degradación de las formas y las conductas en toda su expresión así como el surgimiento de la vileza del alma humana cuando de supervivencia se trata. Lo mejor de la obra es cuando caminando por los pasillos del hospital la mujer se encuentra con una pareja joven de ciegos recostada en la pared dejándose llevar por el deseo, seguros que nadie los veía, un momento cumbre, el amor permanecía a pesar de todo.

Luego de un tiempo y al quedar la ciudad completamente rendida ante esta extraña enfermedad es que los ciegos deciden escapar del lugar, nadie los detuvo, pues todos la habían contraído y empieza así la lucha por continuar sobreviviendo con ese mar de leche a cuestas, la mujer, que nunca quedó ciega, su esposo y unos cuántos más se unen para evitar sucumbir a la desesperación; se ponía de manifiesto aquella otra conducta del ser humano, capaz de enaltecerlo y hacerlo ver la luz aun cuando uno de sus más preciados sentidos lo evitaba.

Poco después y así como inexplicablemente apareció la enfermedad, esta empezó a desaparecer, los ciegos empezaron progresivamente a recuperar la vista y quedó en el aire el porqué de esta prueba, el autor tal vez nos quiere demostrar con esta preciosa obra que poseemos visión, pero somos completamente ciegos a nuestra realidad, es decir, ciegos porque no queremos ver.

EL BARÓN RAMPANTE - Italo Calvino. (ADLE)

El barón Rampante - Italo Calvino

De chiquillo solía trepar a los árboles de mi barrio, si bien no eran tantos, ni muy frondosos, ni tan resistentes (un amigo casi se cae de una altura de 10 metros), siempre pensaba cómo se podría vivir allí, dominando las alturas y olvidar todo lo que a ras del suelo nos puede agobiar, especialmente la mamá furiosa por estar colgado como mono.

Y bien, esto fue lo que el niño Cosimo di Rondo hizo realidad, subir a un árbol para no volver a bajar nunca más, iniciando una historia cargada de perseverancia con un matiz bastante idealista. Los árboles en ese tiempo eran numerosos y sus ramas se entrecruzaban, permitiendo al protagonista desplazarse con suma tranquilidad por todo el pueblo y alrededores, añadiendo a esto su ingenio para arreglárselas allá arriba, aunque a veces se hacía necesaria una mano, en muchos casos, de su hermano.

Pronto conoce a la hija de un ciudadano ilustre del pueblo, Viola, una chiquilla bastante caprichosa que cautiva a Cosimo, pero el destino los separa y no la volvería a ver sino hasta mucho más adelante, luego de haber pasado muchas aventuras y llenarse de fama por su cualidad única de vivir en los árboles, recibe el respeto de su pueblo pero teniendo en contra a su padre, un barón algo frustrado por no tener un título nobiliario más alto y aún más cuando se creyó sumirse en la humillación pública por tener un hijo "loco".

Calvino toca el tema amor ya muy avanzada la novela, se desata la fuerza de la pasión de Cosimo al ver a Viola luego de muchos años y esta a su vez se llega a conocer realmente como mujer a través de él, ¿dónde está el detalle? la concepción que cada uno tenía de eso llamado amor, con un Cosimo algo encasillado e idealista, y Viola, rebelde y sumamente realista, se produce el choque y el destino se encargó de separarlos para siempre.

El protagonista queda devastado por la necesidad de su mujer en plena guerra Napoeónica, cuyo fin coincide con el decaimiento de un Cosimo ya de edad, sin fuerzas suficientes para continuar siendo un habitante más de los bosques en las alturas, pero nunca baja, de la nada aparece un globo aerostático de cuya cuerda se aferra Cósimo y desaparece con ella en dirección al mar, su cuerpo al final nunca fue hallado.


lo bueno: Lo original de su obra, la muestra de empeño para lograr lo que uno se propone, y anteponer el interés colectivo al de uno mismo.
lo malo: No le encontré defectos.

NOAM CHOMSKY - Ambiciones Imperiales.

Noam Chomsky - Ambiciones Imperiales

Leer a Chomsky es asomarse a una ventana repleta de nuevas perspectivas acerca de los asuntos de la mayor superpotencia militar del planeta: USA, y este libro no es una rabieta de viejo, mientras Thomas Friedman en "La Tierra es Plana" lo edulcora con las bondades del libre mercado, democracia y estabilidad, Chomsky asalta con aquello por detrás de las mentadas bondades que su país ofrece a los más débiles, así como nos restrega en la cara las acciones que toma en caso de no aceptar aquellas "buenas intenciones". Lo demuestra en cada pasaje del libro, con la WW2, Vietnam, Sudán, Afganistán y sobre todo con el país infaltable en la agenda norteamericana de estos días, Irak, cita también cómo la barbarie es maquillada al mejor estilo Orwelliano o sino omitida para evitar influir o siquiera permitir a sus ciudadanos sacar sus propias conclusiones, "1984" no estaba tan lejos de la realidad después de todo.

El libro es una serie de entrevistas realizadas en los últimos 3 años, pero no me sorprendería si el mismo Chomsky saliera a defender a los terroristas peruanos que no hace mucho asolaron al país, ese estilo tan directo y desgarrado posiblemente le haya traído más de un crítico dentro del gobierno pero por suerte, para él, la administración actual no ha institucionalizado aún la doctrina que tiene las riendas de Estados Unidos, ¿propuestas de solución? las hay, pero las pinta con un dejo de sacrificio que el norteamericano promedio debe estar completamente loco como para llevarlas a cabo, la comodidad de una sociedad industrial-control-remotizada tiene sus problemas. Es uno de esos libros que te abre los ojos y nos muestra el lado oscuro de ese enorme país que esconde sus más perversos miedos arrasando todo lo que se erige como una amenaza potencial siempre tras la fachada de una visión democrática y de desarrollo cada vez menos creíble.

Lo bueno: Sincero como pocos y bastante fundamentado, no piensa tener la razón en todo, pero se conforma con ser discutido. Le da con palo a su propio país.
Lo malo: Demasiado caro, S/.61 soles no es para un libro que se puede leer en un día. Se llena de pesimismo, la pesadilla orwelliana ha llegado y al parecer se va a quedar.

Precio: 61 peruanos
Editorial: Oceano
Paginas: 205

LOS SECRETOS DEL CARAJO - Nano Guerra García.

Los Secretos del Carajo - Nano Guerra García

Raro título para el que no está acostumbrado a usar "carajo" como calificativo, y raro también porque no dice mucho de su contenido inicial, lo que no me animaba a comprarlo. Más allá de lo impactante que pueda sonar, "Los Secretos..." no guarda gran complicación, de hecho su autor, conductor del programa "Hagamos empresa" en el canal del Estado, no quería ahondar en fórmulas empresariales, conoce bien al peruano y sabe que con lo emocional añadiéndole una historia (bien fofa en este caso), puede llegar a venderse bien, más allá del mensaje bien-intencionado que quiere dejar.

La trama se desarrolla con el autor como personaje principal en un momento abrumador de su vida. Con la rutina empujándolo al colapso el destino le coloca en el camino a un personaje inesperado: Simón, el prototipo del peruano emprendedor, quien le va mostrando poco a poco los secretos de algunos empresarios que triunfaron en el país a pesar de todas las miserias propias y ajenas, Nano también va mostrando los ejemplos de empresarios que iniciaron humildes como Diógenes Alva hasta los ahora poderosísimos como Benavides de la Quintana pasando por faranduleros como Gisella Valcárcel y Ernesto Pimentel.

Digo bien-intencionado porque busca retirar la etiqueta de perdedora a una sociedad que en pleno siglo XXI todavía se lamenta de derrotas bélicas pasadas, ¿y cómo lo hace? poniendo al descubierto esa otra sociedad que, silenciosa, sin ayuda del Estado ha logrado abrirse paso y ahora bulle en los antiguos "conos" de Lima, son los llamados nuevos héroes, que a base de pujanza y aplicando uno o varios "secretos" han logrado construir emporios empresariales, algunos de los cuales no tienen nada que envidiar a sus pares internacionales.

Al final de la historia, Simón desaparece tan mágicamente como apareció, propio de toda mera excusa para darle sentido al libro, quedando estos "secretos" con los que el autor anima al lector a tener su propio negocio y sobre todo arriesgar a crecer, dar trabajo a otros y contribuir con el desarrollo del país, definitivamente es un buen libro para aquel que desea iniciarse en el mundo de los negocios y crear cultura emprendedora. Como epílogo aparece un texto de Gastón Acurio, (qué espeso este pata!!!, para en todos lados), muchísimo mejor preparado, pero con la clásica historia que me llegó via correo electrónico hace un tiempo.

Lo bueno: Lenguaje súper sencillo, muestra con claros ejemplos que una empresa puede ser grande si uno se lo propone. Ah, también el precio: 15 soles, si te compras pirata ya es para dispararte.

Lo malo: La misma sencillez del libro, quizá la trama parece algo accidentada, con Simón apareciendo y desapareciendo sin ninguna razón, no parece la fuente de los "secretos", sino evidencia ser la excusa para mostrarlos.

JORGE ESPINOZA SÁNCHEZ

Jorge Espinoza Sánchez - Las Cárceles del Emperador

El nombre del autor me hace recordar los textos de Historia que usaba en el colegio. Este libro de título rimbombante es un compendio de recuerdos, anécdotas y hechos de propia confesión de JES, desde su detención por motivos que alega no fueron reales hasta su confinamiento, y posterior liberación, en el penal de "máxima seguridad" Castro Castro, era la época de la lucha contra la subversión y el fujimorismo investido de todos los poderes se convertía en una forma más de terrorismo, justificando la barbarie para cometer los más viles actos contra culpables e inocentes.

Al ser detenido e ingresar al penal, JES no sólo vive en carne propia la situación del preso en cárceles peruanas sino que también se convierte en testigo presencial de la degradación humana y sus múltiples expresiones de miseria moral, JES no se guarda detalles y va contando con minuciosidad lo vivido, si en el trayecto le salen frases demasiado pomposas puede explicarse debido a la emoción que debe embargarlo con cada recuerdo que le toca plasmar, es inevitable compararlo con Arguedas en "El Sexto" y como las comparaciones son odiosas esta lo puede ser aún más.

JES describe los pabellones, las requisas, los negociados, los lamentos de los terroristas y de los que no eran, (o incluso de los que decían no serlo), pero falla al no profundizar en los recovecos existenciales de cada personaje, su carácter de libro-confesión no lo deja y sus constantes etiquetados le dan un aire de superioridad que no viene al caso. Si en la parte inicial del libro es bastante pomposo, al adentrarse en describir su reclusión la narrativa mejora bastante sin dejar ese deseo de opinar como autor y personaje. Me llamó la atención ese estilo que tenía de poner una confesión primero y luego mencionar que se trataba de un preso mencionándolo, la primera vez surte efecto sorprendiendo, en las siguientes te deja la duda de que JES no era tan inocente después de todo.

El libro termina con su liberación luego de un proceso de 15 meses, alegría, paz para su familia y una marca que le quedará para lo que le resta de vida, el libro es una forma de exorcismo, lo que sí logra es envolvernos en la trama y hacer más real esta obra cuyo propósito principal es denunciar el maltrato sufrido junto a demás inocentes en esa década de terror.



lo bueno:Es muy rico en detalles, pasando la mitad del texto se hace más gráfico o envolvente.

lo malo:La necesidad de usar la prosa como poesía no me convenció, aparte de la sensación de superioridad que se da en el libro.


Costo: Gratis (me lo regalaron)
Páginas: 370 (con letras grandes)
Editorial: Fondo de Cultura Peruana

PIGMALIÓN- GEORGE BERNARD SHAW

Pigmalión - George Bernard Shaw

No es una grandiosa obra pero deja un buen mensaje, y si bien es antigua, puede aplicarse perfectamente al esnobismo actual. En sí, transcurre de muy buena manera, 'manejando bien los tiempos' como se diría en fútbol, y con un matiz hiperbólico para que permanezca en el recuerdo.

Higgins es un fonetista harto de las apariencias de la sociedad actual, decide entonces mediante una apuesta convertir en 6 meses a Elisa Doolitle, (una humilde pero vulgar florista), en una duquesa, y demostrar que la alta sociedad no es una cuestión de sangre, suena a Maria la del Barrio, pero sin ese toque harto mucoso y líquido.

Vale decir que logra su objetivo, pero ¿luego qué? Elisa, que ya no era una florista vulgar, sino una muy simpática y fina señorita, se da cuenta que sólo fue un experimento, un objeto que ya no era útil, Higgins no era precisamente el tipo galán, le llegaba todo al cuerno, pero logra ser persuadido a fin de no dejar desamparada a su alumna.

El final no es de novela romántica, Elisa no termina con Higgins y logra hacer una nueva vida al lado de otra persona, pero siempre teniendo cerca a su Pigmalión, quien a pesar de todo termina declarándole cierto afecto dentro de su habitual dureza.



Lo bueno: Por sobre todo el mensaje de la obra, lo segundo, lo bien estructurada que está.

Lo malo: Si quiero de todas formas encontrarle algo malo es que en algunos momentos como que desea introducir más humor, pero a mi parecer no le sale, o será la traducción.

LA PERLA - JOHN STEINBECK

La Perla - John Steinbeck


Cuenta la historia que un humilde pescador, al enfermarse su pequeño hijo y no tener cómo pagar para curarlo, empieza a buscar perlas en el mar y encuentra por accidente la más bella jamás hallada, la historia va desarrollándose luego en cómo la vida del pueblo se ve afectada por este gran hecho y narra su reacción, convirtiéndo a Kino, el protagonista, en el centro de admiración y ambición de mucha gente, volviéndose presa fácil especialmente por su condición.

A pesar de ser un libro pequeño, Steinbeck se las arregla para crear todo un universo de emociones, con pocas palabras, las exactas, dejando una prosa muy bien cuidada y sumamente recomendable, al final, la presión es muy grande para Kino y la codicia desatada amenaza su integridad física y la de su familia, por lo que decide huir cargando todos los sueños de protección y bienestar para los suyos.

La parte más emocionante es justamente la persecución que sufre después de salir del pueblo. Estando a punto de ser capturado, logra asesinar a sus cazadores, pero estos llegan a matar a su único hijo, echando por tierra todos las ilusiones y anhelos que buscaba, decidiendo entonces volver al pueblo y regresar la perla donde pertenecía, al mar.


Lo bueno: La prosa que tiene es única, sumamente detallista.
Lo malo: Tal vez la extensión del libro, sumamente pequeño.

EL LOBO ESTEPARIO - HARRY HALLER - por ADLE

"Sólo para locos", Harry Haller, el ermitaño, anacoreta, apartado por voluntad propia de la aplastante realidad de entre guerras, crea un profundo análisis de su ser, describiéndose como una dualidad, la del hombre y la del lobo, ambos contradictorios, ambos luchando por imponerse sobre el otro, y ambos en realidad son el mismo personaje.

En el transcurrir de la lectura, Haller se sumerge más y más en sus pensamientos, encendiendo la mecha que lo pondrá en el umbral de su existencia,

"Vete a casa Harry y córtate el cuello!", porque "cuando un hombre está muy triste, no es porque tenga dolor de muelas o haya perdido dinero, sino porque alguna vez por un momento se da cuenta de cómo es todo (...) precisamente allí es cuando se vuelve más justo, más hermoso", Armanda hace su aparición y le da cuenta de lo que ella veía como el lobo estepario, otorgándole un vuelco a la historia y una muestra más radical del subjetivismo de Haller.

Es con la ayuda de Armanda que Harry poco a poco va ganando su lucha contra todo eso que llama lobo, terminando de vencerlo o domesticarlo con el elixir de una ilusión, de conocer el sabor que su querida Armanda le prometía luego de enseñarle todo lo que un ser humano debe conocer, llega al final de la historia con su muerte (que ella misma habia pronosticado) y el caer en cuenta de Harry que todo lo vivido con ella fue un juego, y lo mejor, que podría repetir, pues ya no era estepario.



Lo bueno: La narrativa, el análisis del ser que hace Hesse.

Lo malo: No es un libro para leer rápido, hay que pasar por cada palabra con cuidado y a veces más de una vez para captar bien lo que quiere dar a entender.

PD. Para este resumen tuve que leer nuevamente el libro, valió la pena.

DESGRACIA- JM COETZEE

Desgracia - JM Coetzee

Es a cierta edad que el ser humano es forzado a contemplar el mundo desde una óptica distinta, privado de su impetuosidad y fuerza queda aceptar cómo el destino toma progresivamente posesión de él hasta que de la mano lo va guiando por los senderos que acabarán junto con su existencia, "Desgracia" trata este trance reflejado en la persona de David Lurie, un catedrático que ve cómo una relación furtiva con una de sus alumnas le da la bienvenida a esta nueva etapa, donde la renuncia empezará a hacerse parte cada vez más rutinaria de vida, dejando de pertenecer al orden establecido y sintiendo su pesada reacción cuando quiere ir en su contra.

En otras palabras, el breve affair con esta joven alumna deriva en un escándalo dentro de la universidad donde laboraba, de donde es expulsado, refugiándose en lo único que le quedaba, su hija (que era lesbiana), pero no era la única sorpresa que le tenía preparada el destino, son víctimas de un asalto donde ella es ultrajada y él casi asesinado, dejándolos mal parados física y moralmente, es en este momento cuando la distancia entre ambos, que ya era difícil, termina por hacerse insalvable, agudizando esa sensación de impotencia que lleva a David al borde de la desesperación. Luego del tremendo giro surgido en su vida, va dándose cuenta que no puede luchar contra lo que ha ocurrido y lo mejor es asumirlo y dejar pasar.

"Desgracia" centra el sexo no sólo como tabú y condena sino como consuelo y compañía en una sociedad plagada de roles invariables, Coetzee le da un corte muy real a su protagonista y al entorno (no muy amplio) que lo rodea, creando una obra que evidencia a la omnipresente sociedad como discriminatoria y dominante, tal vez a manera de protesta furtiva del escritor ante el tiempo que todo se lleva y la imposibilidad de regresar, quedándonos aceptar el hecho para no ser arrastrados sin remedio.

Lo bueno:Sus diálogos son muy buenos y el detalle de sus descripciones sumergen al lector en la mismísima atmósfera del personaje.

Lo malo:Se centra demasiado en el tema sexo, parece tomarlo como el motor de la existencia, así como el ánimo pesimista, es decir, demasiado realista, donde no importa cuánto se luche, siempre todo será igual.

TRAVESURAS DE LA NIÑA MALA - VARGAS LLOSA.

Wednesday, August 09, 2006
Mario Vargas Llosa - Travesuras de la niña mala


Cada libro de Vargas Llosa es una invitación a un mundo muy rico en emociones, donde sus inevitables referencias al sexo endulzan lo tedioso en que se podia convertir tanto detalle en las expresiones y sentires de cada personaje creado por su gran pluma. El título es muy explícito y a la vez el contenido primordial de la novela, Ricardo Somocurcio es un traductor que emigra del Perú muy joven hacia al París de sus sueños, pero su vida daría un giro al reencontrarse con el amor de su infancia, convirtiéndola en el motivo de más de una penuria y en el de su mayor dicha.

Otilia es una mujer calculadora y fría, las antípodas de Ricardo, capaz de cualquier cosa por mantener un status social, que en el fondo resultaba una máscara para alcanzar la seguridad que nunca tuvo, ella y Ricardo se enfrascan en un apasionado romance pero el ímpetu de la mujer puede más que el mucho-amor-y-poco-dinero que el protagonista podía ofrecerle, abandonándolo una y otra vez, jugando con él a su antojo.

La historia no es solamente el relato fijo de una relación sado-masquista, hay vertientes del libro que lo hacen muy interesante y muestran al verdadero Vargas Llosa, vale mencionar que la novela tiene como trasfondo los años 60, la dictadura velazquista, los años de la reforma, y la vuelta a la democracia en los 80, Alan de por medio. Algo curioso y que no recuerdo haber visto en sus libros es el publicherry que hace a un ya conocido restaurante, la detallada referencia a la comida peruana y el poner al fresco las épocas del desastroso quinquenio aprista, quizá alguien le dijo a MVLL que la mejor forma de impactar a la gente es distrayéndola y lanzando los verdaderos mensajes subliminalmente, tan sutiles pero que de todas maneras calan en la memoria, las contínuas referencias del tío Ataúlfo residente en Perú son una gran demostración. En resumidas, es un buen libro, que hará pasar momentos muy gratos por tocar esas hebras tan finas existentes entre el dinero y el amor, lo real y lo idílico.

Lo bueno: El relato de un accidentado romance que deja una gran duda ¿esto es el amor?, y un mensaje: No importa, hay que disfrutarlo.
Lo malo: Da la impresión de ser un relato erótico repetido n veces, llegando a empalagar.
Costo: 56 peruanos (precio de feria del libro: 48).
Páginas: 375
Editorial: Alfaguara

siguen los apuntes de ADLE.

Monday, January 07, 2008
Orhan Pamuk - Me llamo Rojo

Orhan Pamuk, premio Nobel 2006, nos regala una historia cuyos componentes saltantes son el amor y la tragedia. En la Turquía islámica del siglo XVI un grupo de ilustradores es convocado secretamente, su misión es crear un libro con imágenes alusivas al Sultán pero con el estilo propio de los occidentales, una blasfemia para los islamistas más ortodoxos, pronto el secreto se filtra en la comunidad de ilustradores provocando las envidias y amenazas de ser denunciados.

Producto de estas amenazas y envidias, es asesinado uno de los ilustradores, provocando que el trabajo se detenga en medio de las consternación de la comunidad, es allí cuando aparece la figura de Negro, quien regresa a Estambul luego de 12 años. Por cuestiones del azar, Negro es convocado también para trabajar en el libro, pero termina investigando quién fue el asesino del ilustrador, Negro es atraído también por el hecho que el organizador de los ilustradores (de sobrenombre Tío) era padre de la mujer que amaba y no quería perderla otra vez.

Pamuk pinta a través de esta novela, las vicisitudes del Islam antiguo junto a su fase más radical, grafica con total naturalidad con la que se asume la homosexualidad de algunos de sus personajes dando la impresión de que la religión misma fomenta esa conducta, no conforme con eso bosqueja a la mujer como el ser humano con sentimientos que es y sobre todo cuestiona los famosos rios de vino, leche, miel, así como las historias de vírgenes esperando por aquellos que mueren por la religión, todas esas "taras" y complejos latentes hasta ahora son plasmados a lo largo de todo el libro.

Negro sigue buscando al asesino, pero Tío también es asesinado, hecho que termina beneficiándolo para poder casarse con su amada Sekure, pero esta le pone como condición vengar la muerte de su padre. Finalmente logra encontrarlo, era uno de los ilustradores que quedaban vivos, pero Negro queda mal herido en el intento de capturarlo, el ilustrador asesino logra escapar pero es muerto en un confuso incidente, vengándose indirectamente la muerte de los dos asesinados.

El estilo con el que se narra la novela es bastante innovador, lo cual le otorga un atractivo, pero los diálogos de pintura en los que entran los personajes se hacen un poco pesados por momentos y "desaceleran" la trama, pero este hecho no afecta el resultado final, una novela bastante atractiva que grafica la sociedad islámica y ese lado oscuro que la religión pretende eliminar pero termina promoviendo.

Lo bueno: No sólo la historia principal sino lo que cuenta "detrás" de la historia.

Lo malo: A veces esos diálogos entre ilustradores hablando de pintores y estilos me llegaban a cansar.

Costo: No sé, el libro me lo regalaron
Páginas: 686 (libro de bolsillo)
Editorial: Punto de Lectura

Del blog "Voy leyendo" -Perú. ADLE - APUNTES DEL LOBO ESTEPARIO.

Monday, August 13, 2007
Gabriel García Márquez - Cien Años de Soledad

Reducir una novela como CAS a un resumen es casi un crimen, la "realidad total" a la que se refiere Vargas Llosa y la fluidez de su relato, dan al lector la sensación de correr en un bólido por una carretera bien hecha, García Márquez parece haber cuidado cada detalle, cada palabra como si de un enorme rompecabezas se tratara, obteniendo un resultado que justifica de sobra su acceso al Nobel.

Es la historia de una familia en un pueblito llamado Macondo, familia que se inicia con Jose Arcadio Buendía y termina 6 generaciones después con el último Buendía, Macondo parece ser igual a cualquier pueblo, sólo que su existencia está ligada al destino mismo de la familia y a un halo de soledad propio de cada uno de sus protagonistas.

Cien Años de Soledad no es el tiempo de vida de la estirpe, es el tiempo que pasan sin ser descifrados los pregaminos en clave de Melquíades, cabeza de un grupo de gitanos que establece una estrecha relación con el primer Jose Arcadio y que a través de dichos pergaminos relataba la historia de la familia hasta su inminente desaparición. Mientras esperaban ser descifrados se produce el surgimiento, el esplendor y el ocaso de Macondo, donde sus personajes viven la constante de las sociedades latinoamericanas, el esfuerzo, la explotación, los embates de la naturaleza y el tiempo, la extrema religiosidad y sexualidad, la crueldad así como el caracter cordial de sus pobladores, un cóctel muy rico en detalles que otorga gran vivacidad a la novela.
Las historias de los Aurelianos y Arcadios, la de Úrsula (esposa del primer José Arcadio), la de Remedios, Amaranta, entre otros, se entrecruzan una y otra vez, y no solo eso, poco a poco se descubren ser cíclicas en el tiempo, donde la fuerza de la sangre empuja a cada uno de los Buendías a repetir los ímpetus y acciones de sus ancestros, llegado el tiempo Aureliano Babilonia logra descifrar los pergaminos, nada más para darse cuenta que precisamente el fin de su tarea era el fin de toda la estirpe y el pueblo, arrasados por un huracán.

Lo bueno: Es una novela muy bien narrada, sorprende la serenidad de su relato.
Lo malo: No le ví nada de malo, un poco confusa quizá la existencia de tantos José Arcadios y Aurelianos Buendía, que se aclaran un poco con el árbol genealógico que trae el libro que compré.`



lobo.estepario.blog@gmail.com

miércoles, 28 de mayo de 2008

Vallejo por Aulicino.

No soy de aquí
Vallejo no se sentía cómodo en Trujillo o en Lima. Tampoco se sintió cómodo en París. No podía, según su estado permanente de tránsito, de incomodidad, sentirse cómodo en España. Sin embargo, atravesó los Pirineos en un tren con el puño izquierdo en alto (es una imagen que de él conservaba Raúl González Tuñón). Vallejo habla de un mapa de "mi" España. Sólo -no recuerdo la fuente de este dato- se aiflió al Partido Comunista español. Este sí-no de Vallejo es toda su poesía. "Me gusta la vida mucho menos, pero siempre me gusta vivir (...) Me gustará vivir siempre, así fuese de barriga". Y en "Himno a los voluntarios de la República", de su propia España dice:

Consideremos,
durante una balanza, a quema ropa,
a Calderón, dormido sobre la cola de un anfibio muerto
o a Cervantes, diciendo: "Mi reino es de este mundo, pero
también del otro": ¡punta y filo en dos papeles!

Como si en España hubiese encontrado la dualidad como absoluto.

Aunque el pensador marxista peruano José Carlos Mariátegui consideraba que el "sitio" de Vallejo era el mundo indígena, no es posible afirmar que ese mundo fuese en el que encontrara realizada la idea platónica, la solución dialéctica de los tironeos a que lo sometía su nacimiento y pérdida del reino (de aquél reino incaico, de su vestigio familiar; de cualquier reino).

En relación con el posteo de abajo, y sus repercusiones, y en particular con el desatinado comentario de quien firma acerca de cuánto nos reconocen en Europa, la respuesta latinoamericana era aquélla, la de Vallejo. Punta y filo en dos papeles:

Me gusta la vida enormemente
pero, desde luego,
con mi muerte querida y mi café
y viendo los castaños frondosos de París
y diciendo:
Es un ojo éste; una frente ésta, aquélla... Y repitiendo:
¡Tánta vida y jamás me falla la tonada!
¡Tántos años y siempre, siempre, siempre!








Comentario L.A.F.





Georgette de Vallejo, viuda del poeta peruano, en sus Apuntes autobiográficos cita unas palabras de Aragón, cuya ambigüedad dice, no escapa a nadie:

"En él (Vallejo) se articulaban el lenguaje de los conquistadores y las tradiciones incaicas y el milagro consistia en que hallasen su síntesis en esta fe moderna en un mundo mejor que había hecho de Vallejo no sólo un poeta sino también un combatiente del socialismo"


"Fe moderna", "mundo mejor", "combatiente" y "socialismo", por entonces encarnado por León Blum, cancerbero de la no-intervención.

Y agrega, que para quienes ven, sistemáticamente y ante todo, lo autobiográfico en los poemas de Vallejo, recuerda los siguiente versos suyos:

"Ten presente que un día
ha de cantar un mirlo de sotana
sobre mi tonelada desnuda"





Lu.

La dualidad se encarna en la poesía, y un equivalente del "siempre, siempre, siempre" podría leerse en "y jamás de los jamases su jamás"



Versos de C.V.

"Mi oscilación sexual está helada"
"El único que dice la verdad es el mentiroso"
"Cuando leo parece que me miro en un espejo"
"Profecía de la poesía"
¡Cuidado con la sustancia humana de la poesía!
"Fue el gato quien escribió el poema"