domingo, 20 de abril de 2008

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20 Abr 2008

EL HUMO SE DISIPA PERO EL HORIZONTE SIGUE SIENDO DIFUSO

Escrito por: nuwanda el 20 Abr 2008 - URL Permanente


La densa cortina de humo, que azotó a gran parte de la Capital Federal, el Gran Buenos Aires y algunas zonas del noroeste de la Provincia Bonaerense estos días, comienza de a poco a dispersarse pero deja, metáfora mediante, un horizonte no tan claro en el gobierno.


Cristina Fernández asoma de entre la bruma con un pecado que deberá resolver pronto para direccional un timón que se insinúa desviado. En los últimos meses este gobierno, entendido como una sucesión del erigido por Néstor, pareció flaquear en un punto que se puede tornar peligroso de no sanearse: carece de reacción ante la dificultad.


En sus cuatro años en el poder, Kirchner, solo sintió mover la sólida base que supo construir en la irrupción de la figura de Juan Carlos Blumberg. El empresario devenido en político llenó la plaza de mayo en demanda de una seguridad inexistente que, entre otras, se había llevado la vida de su hijo Axel. Pero el presidente entonces movió ágilmente su muñeca, sumó su voluntad al pedido, y si bien aun ese reclamo esta en veras de ser saciado, políticamente no dejo que Blumberg lo corriera del rol del líder.


En la actualidad esa imagen de liderazgo es la que escasea, pone en jaque la popularidad de su mujer y presenta vestigio de debilidad.


El conflicto con el campo fue una luz amarilla de advertencia que pocos pudieron detectar. Sobró carácter pero falto cintura para destrabar un conflicto evitable.


Careció el gobierno de tacto al imponer restricciones sin antes palpar el animo, las reacciones posibles y el pensamiento de los productores con un dialogo previo. Sufrió, mas tarde, de lentitud para aplacar un estado de situación que se prevenía denso, demorando el “stand bay” de las medidas y llamando a una mesa de negociación. Aplicó desmesurada e innecesariamente bravura en un discurso que, antes de apaciguar, avivo las aguas.


Cuando el repicar de cacerolas y el vacío de góndolas tocaron fondo el gobierno pareció comprender los errores y se presto a la charla con las entidades agrarias.


En las esperanzas de algunos, quedo entonces la sensación de que en la Casa Rosada se había aprendido la lección.


Uno de los errores que llevaron a Cristina Fernández a poner en riesgo el grado de popularidad que la llevo a la presidencia fue la evaluación desacertada acerca de la debilidad. No logró comprender a tiempo que dar marcha atrás con las restricciones era un signo de habilidad política y no, como se llegó a suponer en las esferas políticas, de enflaquecimiento de poder. Ese mismo estigma, esa sensación de que todos buscan su talón de Aquiles para desestabilizar su poder, esa paranoia creada la llevaron a un segundo actuar tan erróneo como el primero, en casi el mismo periodo de tiempo.


Fue el Grupo Clarín entonces el enemigo. En la “voz” de Luis D´elias comenzó una guerra fría contra el periodismo. Con acusaciones, leyendo espectrales intentos de golpismos en las notas publicadas, con carteles alusivos en los actos de gobiernos, descifrando tintes mafiosos en la caricatura de Hermenegildo Sábat, una de las plumas más distintivas que tiene el país, Cristina Fernández y sus ministros mas destacados llevaron adelante un enfrentamiento ilógico contra uno de los medios mas importantes de la Argentina.


Este tipo de confrontaciones ociosas, esta organización despareja del tiempo respecto al uso del mismo en otras direcciones más urgentes, continuaron erosionando la imagen pública de la Presidenta.


Lo acontecido con la densa capa de humo que invadió la ciudad los últimos días fue otro golpe a la forma de afrontar conflictos que viene exponiendo el gobierno. Un golpe que mas que doler debería, de una vez por todas, hacer sonar la alarma de alerta.


Tres días tuvieron que sucederse en medio de la neblina que hacia arder las retinas de cada ciudadano para que la Doctora Romina Picolotti, a cargo de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable, se presentara en una conferencia de prensa para explicar lo sucedido.

Otra vez se padeció la inexistencia de reacción en un dilema que invadió, no solo la city, sino que gran parte de la provincia. Se demoró en manifestar los porque, los como y los cuando del acontecimiento. Se reiteró el procedimiento de antaño y en vez de dar una explicación al pueblo se buscó un culpable “el campo”.


Quedo en manifestó la falta de posibilidades ante urgencias de este tipo que presenta el país. Bomberos faltos de recursos, de adestramiento, con mochilas de agua que debían cargarse en la orilla de los ríos e insuficiencia de aviones hidrantes y auto bombas.


Ausentamos de un plan de emergencia vial eficaz y precisa: dos accidentes fatales se sucedieron hasta que se dio la orden de restringir los accesos más complicados.


Falta una educación adecuada que conscientise a las personas para actuar en hechos similares. Fue penoso ver gente en el peaje de Zarate discutiendo con Gendarmería para poder acceder a las rutas cuando una cortina de humo blanco invadía todo.


En el campo de la sociología se entiende que toda sociedad necesita una dirección, alguien debe marcar un rumbo, aunque no se este seguro de llegar. Es como estar en una balsa en el medio de la nada, necesitamos que alguien grite “hacia allá” y señale con su dedo índice un punto cardinal cualquiera. Ese es el concepto de liderazgo. Es tarea del líder accionar en medio de la nada y llevar adelante un equipo.
Este es el precepto que en los últimos tiempos, consecuentes de algunas decisiones desacertadas, parece desgranarse. Es menester que la Presidenta entienda esta premisa. La Argentina tiene por delante un contexto económico mundial interesante. El sendero a seguir esta presente, pero para ello se necesita un capitán, y hasta el 2011 es ella quien tiene el timón.

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