lunes, 28 de abril de 2008

ATAHUALPA YUPANQUI.

28-04-08
A don Ata:


El payador perseguido
de Atahualpa es una muestra,
que nuestro triste alarido,
no necesita maestra.

Bien saben que nunca olvido
al que abrasó con la viola,
con un bombo y con sentido
con su guitarra española,
el deslenguado quejido
del trovador oprimido.

Héctor Roberto Chavero,
"no está muerto, sí dormido"
siga cantando, querido,
su tierra en Campo ´e la Cruz,
no hagamos la ´el avestruz,
no demos a extranjerías,
nuestras voces que a porfía,
mandarán a los loqueros.

"y aunque me quiten la vida/
o engrillen mi libertad/
y aunque chamusquen quizá/
mi guitarra en los fogones/
han de vivir mis canciones
en l'alma de los demás".

Lu.

Atahualpa Yupanqui
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Atahualpa Yupanqui


Información general
Nombre Héctor Roberto Chavero
Nacimiento Pergamino, Argentina *31 de enero de 1908
Muerte París, Francia *23 de mayo de 1992
Géneros que
definen su estilo Folklore, Canción de autor
Ocupaciones Cantautor
Instrumentos Voz, Guitarra
Periodo de actividad 1935 – 1992
Sitio web Atahualpa Yupanqui
Atahualpa Yupanqui, seudónimo de Héctor Roberto Chavero (Pergamino, Argentina; 31 de enero de 1908 - París, Francia; 23 de mayo de 1992) fue un cantautor, guitarrista y escritor argentino. Se le considera el más importante músico argentino de folclore. Sus composiciones han sido cantadas por reconocidos intérpretes, como Mercedes Sosa, Los Chalchaleros, Horacio Guarany, Jorge Cafrune, Alfredo Zitarrosa, José Larralde, Víctor Jara, Ángel Parra y Marie Laforêt, entre muchos otros, y siguen formando parte del repertorio de innumerables artistas, en Argentina y en distintas partes del mundo.

Tabla de contenidos [ocultar]
1 Biografía
2 Canciones más conocidas
3 Libros
4 Referencias
5 Enlaces externos



Biografía [editar]Héctor Roberto Chavero Aramburo nació el 31 de enero de 1908 en la provincia de Buenos Aires, precisamente en el paraje conocido como Campo de la Cruz, y fue registrado en Pergamino, ciudad distante a 30 km de allí y 224 km al noroeste de Buenos Aires, capital de la República Argentina. Su padre era originario de la ciudad de Loreto, ubicada en la provincia de Santiago del Estero, y tenía sangre quechua. Su madre era vasca española.

Los primeros años de su infancia los pasó en Roca, pueblo de su provincia natal, donde su padre trabajaba en el ferrocarril.

Allí sus días transcurren entre los asombros y revelaciones que le brinda la vida rural y el maravilloso descubrimiento del mundo de la música, al que se acerca a través del canto de los paisanos y el sonido de sus guitarras: "(...) mientras a lo largo de los campos se extendía la sombra del crepúsculo, las guitarras de la pampa comenzaban su antigua brujería, tejiendo una red de emociones y recuerdos con asuntos inolvidables. Eran estilos de serenos compases, de un claro y nostálgico discurso, en el que cabían todas las palabras que inspirara la llanura infinita, su trebolar, su monte, el solitario ombú, el galope de los potros, las cosas del amor ausente. Eran milongas pausadas, en el tono de do mayor o mi menor, modos utilizados por los paisanos para decir las cosas objetivas, para narrar con tono lírico los sucesos de la pampa. El canto era la única voz en la penumbra (...) Así, en infinitas tardes, fui penetrando en el canto de la llanura, gracias a esos paisanos. Ellos fueron mis maestros. Ellos, y luego multitud de paisanos que la vida me fue arrimando con el tiempo. Cada cual tenía 'su' estilo. Cada cual expresaba, tocando o cantando, los asuntos que la pampa le dictaba" ("El canto del viento", I).

Y la guitarra será un amor constante a lo largo de toda su vida. Luego de un breve y fracasado intento con el violín, comienza a tomar clases de guitarra con el maestro Bautista Almirón, y allí queda marcado a fuego su destino y su vocación. Descubre, además, la existencia de un vasto repertorio que excedía los temas gauchescos.

"Muchas mañanas, la guitarra de Bautista Almirón llenaba la casa y los rosales del patio con los preludios de Fernando Sor, de Costes, con las acuarelas prodigiosas de Albeniz, Granados, con Tárrega, maestro de maestros, con las transcripciones de Pujol, con Schubert, Liszt, Beethoven, Bach, Schumann. Toda la literatura guitarrística pasaba por la oscura guitarra del maestro Almirón, como derramando bendiciones sobre el mundo nuevo de un muchacho del campo, que penetraba en un continente encantado, sintiendo que esa música, en su corazón, se tornaba tan sagrada que igualaba en virtud al cantar solitario de los gauchos" ("El canto del viento", II).

Sus estudios no pudieron ser constantes ni completos, por diversos motivos: falta de dinero, estudios de otra índole, traslados familiares o giras de concierto del maestro Almirón, pero como él mismo señala estaba el signo impreso en su alma, y ya no habría otro mundo que ése: ¡La Guitarra! "La guitarra con toda su luz, con todas las penas y los caminos, y las dudas. ¡La guitarra con su llanto y su aurora, hermana de mi sangre y mi desvelo, para siempre!" ("El canto del viento", II).

Desde que empezó a dar a conocer sus poemas firmaba con el seudónimo de Atahualpa Yupanqui. La etimología de este nombre la dio él mismo: "Viene de lejanas tierras para contar algo" (Ata: viene; Ku: de lejos; Alpa: tierra; Yupanqui: narrarás, has de contar).

Se cuenta que sus manos fueron gravemente dañadas a culatazos por un grupo militar de extrema derecha. Las Coplas del payador perseguido, serían, al parecer, una respuesta a dicha agresión: "y aunque me quiten la vida/ o engrillen mi libertad/ y aunque chamusquen quizá/ mi guitarra en los fogones/ han de vivir mis canciones en l'alma de los demás". Esta canción estuvo prohibida en algunos países, como, por ejemplo, en la España franquista. Atahualpa Yupanqui estuvo exiliado en París (Francia), ciudad en la que murió.


Canciones más conocidas [editar]De las aproximadamente 350 canciones de su autoría registradas oficialmente,[1] pueden citarse: La alabanza, La añera, El arriero, Basta ya, Cachilo dormido, Camino del indio, Coplas del payador perseguido, Los ejes de mi carreta, Los hermanos, Indiecito dormido, Le tengo rabia al silencio, Luna tucumana, Milonga del solitario, Piedra y camino, El poeta, Las preguntitas, Sin caballo y en Montiel, Tú que puedes, vuélvete, Viene clareando y Zamba del grillo entre muchas otras.


Libros [editar]Piedra sola (1939)
Aires (1943)
Cerro Bayo (1953)
Guitarra (1960)
El canto del viento (1965)
El payador perseguido (1972)
Confesiones de un payador (Ediciones Galerna)(1984)
La palabra sagrada (1989)
La Capataza (1992)
La canción triste
Coplas del payador perseguido (Rama Lama Music España, 2007)

ReferenciasSADAIC(Sociedad Argentina de Autores y Compositores)

Enlaces externos

Fundación Atahualpa Yupanqui Sitio oficial de Atahualpa Yupanqui. Creado por la Fundación que él mismo fundara en 1987, actualmente dirigida por su hijo, tiene como objetivo promover el arte, el pensamiento y el sentir de don Atahualpa.
Muchas Gracias Atahualpa Proyecto educativo y cultural de difusión de la obra de don Atahualpa Yupanqui. Contiene videos, canciones, poesías, libros, testimonios y reconocimientos

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