lunes, 25 de febrero de 2008

SOBRE JOSÉ ANTONIO MARINA.

OLGA MERINO



Como escritor y filósofo ha hecho del estudio de la inteligencia su caballo de batalla. José Antonio Marina (Toledo, 1939) es autor, además, del manual de la editorial SM para la nueva asignatura Educación para la Ciudadanía. Sus ensayos más recientes son Anatomía del miedo (Anagrama/Empúries) y La magia de escribir (Plaza & Janés), este último junto con María de la Válgoma. --¡Tenemos a los obispos de uñas con la nueva asignatura! --No me lo explico. Como personas sensatas, han de estar de acuerdo en que necesitamos educar a nuestros alumnos para la convivencia en una sociedad democrática que pretende ser justa y se rige según los valores de los derechos humanos. No aducen ninguna razón convincente. --¿Por qué? --Primero porque el Estado tiene la obligación de fomentar en los jóvenes el respeto a los valores constitucionales, que son valores éticos. Y segundo porque me gustaría que en vez de reclamar el derecho de los padres a educar, se reivindicara su deber de educar. --¿Puede explicarse? --Deberíamos crear una carta de los deberes educativos --no de los derechos-- y empezar a pasar lista. Parece que estemos inmersos en un sistema generalizado de excusas en que la culpa de que la educación funcione mal la tiene el otro. --Los críticos señalan que, según el manual que usted ha compilado, la única autoridad moral dimana del Estado y que se equiparan los valores de los cristianos a los de mahometanos y laicos. --Si lo han planteado así, es falso. Yo lo único que digo es que necesitamos una ética laica que esté por encima de las religiones. Uno de los derechos fundamentales es la libertad religiosa, que las protege y tolera a todas y las considera una fuerza de la sociedad civil. Las religiones, por el contrario, siempre han tratado de expulsar al contrario. --La Conferencia Episcopal ha dicho que esa asignatura es el mal. --Yo tengo una paciencia de santo, y creo que los docentes debemos cultivarla. Pero considero ofensivo que un cardenal se permita decir que estoy colaborando con el mal. Están haciendo unas campañas de desprestigio inmorales. --¿Nunca se liberará este país del incienso y el cilicio? --Visto lo visto, parece que no. Estamos retornando a una especie de ideología del martirio... ¡Pero si nadie está persiguiendo a la Iglesia! --Además, usted es cristiano. --Yo soy cristiano, pero no puedo exigirle a usted que lo sea. Francisco Suárez, que fue el más eximio teólogo español junto con el dominico De Vitoria, tiene una frase muy sabia que dice: "La Iglesia debe formar personas santas, y el Estado, buenos ciudadanos". Son dos cosas distintas. Yo no quiero meterme en la conciencia de nadie. --Lleva 30 años observando la naturaleza humana. ¿Qué es lo que más detesta del hombre como especie? --La dificultad que tenemos de aprender. Desperdiciamos los recursos de la inteligencia. --¿Y lo que más admira? --La bondad, sin duda, porque creo que es la culminación de la inteligencia. La bondad es admirable porque significa: tengo la perspicacia intelectual suficiente para saber cuál es la solución justa y, además, cuento con el valor y la creatividad necesarios para ponerla en práctica. --Pero la bondad no tiene muy buena prensa...- -Cuando se habla de forma displicente de la bondad es que se la confunde con el sentimentalismo o la ñoñería. Es cierto que en nuestra sociedad hay una patulea de listillos indecentes a los que se admira y lo único que hacen es alterar el sistema de valores que estamos ofreciendo a nuestros jóvenes. --¿La nueva asignatura se lo explicará a los chicos? --Un capítulo importante del libro de Educación para la Ciudadanía es el rechazo al gorrón. Hay que enseñárselo a los críos: gorrón es el que no quiere colaborar a pagar los gastos de la sociedad pero se beneficia de ellos. Gorrón es el que se aprovecha de la debilidad del otro. Gorrón es el que ocupa un puesto escolar que cuesta 4.000 euros y no estudia. --¿Hay que tener miedo de tener miedo? --La especie humana es la más miedosa que existe. El resto de los animales tienen miedo de amenazas reales. El hombre siente miedo incluso por anticipado, y eso aumenta la vulnerabilidad. --¿A qué le tiene miedo usted? --No soy hipocondríaco, en todo caso lo soy con las personas a las que amo. Y, sin duda alguna, temo más al dolor que a la muerte. Ahora mismo firmaría por vivir unos años menos y tener una muerte digna. --Para quitarle hierro al asunto, elija un epitafio para su tumba. --Se lo copiaré a Max Aub: "Hice lo que pude". Yo me lo aplico como lema para todos los días Publicado por: albert pla 12/08/2007 16:02:57 Da mucha pena ver lo poco o mal que comentan los artículos de Don Félix de Azúa. Concreto: Dan mucha pena USTEDES. Si quieren chismorrear, pasarse enlaces de Youtube o autopublicarse, móntense su propio blog, que es gratis, ¡carajo! Publicado por: Azúa Rules 12/08/2007 17:00:52 Hacemos lo que nos sale de las teclas, amig@. Como tú. Si te parece penoso y sigues leyéndonos, debe ser que sufrir te pone. Disfrútalo mientras puedas. Publicado por: Ga Rules 12/08/2007 17:08:44 Un par de temas de actualidad, me han hecho reflexionar sobre el artículo de Azúa. Por un lado, parece que Rosa Regás fué en su tiempo un elemento de cierto peso, creo que musa sería demasiado decir, Vernon nos podría informar, de la llamada gauche divine, versión local de la intelectualidad influyente.Por otro, Xirinachs fué el senador más votado en las primeras elecciones democráticas. Quizás las cosas vienen de más lejos de lo que pueda parecer.

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