domingo, 7 de diciembre de 2008

domingo 23 de septiembre de 2007


La Náusea (Jean Paul Sarte)


Antes de empezar es necesario manifestar que esta novela no se desarrolla con fines ni narración literaria, si no que más bien utiliza la forma de la novela para mediante esta exponer sus planteamientos filosóficos y concepciones existencialistas.

En su obra "La Náusea" Sartre expone su primera filosofía a través de su personaje central Antoine Roquentin, quien mediante su papel de narrador protagonista, y por medio de un diario, en el que junto a las actividades del personaje nos permite conocer el pensamiento del autor y reflexionar sobre la verdadera existencia.

Roquentin, inicia su relato con el deseo de plasmar sus días en las hojas de un diario, esperando y cuidando que las palabras no vayan a menospreciar o al contrario magnificar los hechos al ser escritos.

Hombre de 30 años, dedicado a su trabajo y por esto a constantes viajes, se encontraba realizando una investigación acerca de la vida de Monsieur Rollebon, aventurero del siglo XVIII, razón que lo conduce de París hacia Bouville, lugar en cuya biblioteca se encontraba la más completa información acerca de este histórico personaje, cuya biografía lo apasionaba realmente.

Llega a hospedarse en la estancia Rendez-vous des Cheminots, donde vivía completamente solo, no tenía amistad alguna y con la única persona con quien se relacionaba era con Françoise, patrona de su posada, con quien solamente mantenía contacto sexual o físico.

Sus días transcurrían en la biblioteca de la ciudad, entregado por completo a la investigación de Rollebon, y a paseos casuales por la misma, deteniéndose en algún parque o café para inspirar su pensamiento y cuestionar su planteamiento sobre su existencia; su lugar de preferencia era el Café Mably, sitio al que frecuentaba y donde se dedicaba al análisis de sus propietarios, visitantes, objetos, etc.

Su tiempo de observación era infinito, toda pequeña figura u objeto servían para que este pueda exponer sus sensaciones y afirmar que cada uno de estos existen a pesar de sí mismos; cada hombre, actividad o falta de la misma y hasta la misma idea de la vida producían en el hombre un sentimiento de profundo asco que perturbaba todo su cuerpo, lo que el autor lo llama "la Náusea", describiendo esta impresión como una repulsión a la cotidaniedad, vanalidad e hipocresía de la sociedad, causándole el deseo "dulcemente insidioso de enfermarse".

Retornando a la vida del solitario y analítico Roquentin falta expresar que su interés y necesidad por su trabajo lo habían separado de Anny, su amor eterno, a quien a pesar de su poca descripción permite conocer un profundo sentimiento y una relación y afecto que sin considerar la distancia se mantenía presente.

En la biblioteca, conoce al Autodidacta, hombre de grandes conocimientos, entregado pasionalmente a la lectura, con quien mantiene una relación no cercana a la amistad pero que permitía de ciertos encuentros, un almuerzo fue la única ocasión en la que estos pudieron hablar, compartir su ideología y discutir a causa de la misma.

Un día inesperadamente Roquentin recibe una carta de Anny, en la que expresaba en pocas palabras su deseo de verlo, y adjunto la fecha y el lugar en el que se hospedaría.

Este, colmado de expectativas y esperanzas aguardaba el encuentro con su querida, buscando inconscientemente en ella una salvación a sus náuseas.

Mientras transcurría su tiempo de espera, su interés por la biografía de Rollebon iba agotándose, acabando por hartarlo, razón por la cual toma la decisión de aguardar unos día hasta encontrarse con Anny y retornar 3 años después, a París, ya no existía pretexto alguno para quedarse.

Finalmente, llegó el sábado en el que 4 años después miraría a Anny, acudió al lugar señalado y la observó cambiada, fría, cortante, orgullosa y distante, el tiempo la había separado, irónicamente aprovechó para reclamarle hechos pasados y recordar discusiones que solo los hacían más distantes. Después de algún tiempo de conversación, explicaciones, filosofías y más, Anny le pide que se vaya, ya que esperaba a alguien. Antoine decepcionado en cierto modo se aleja.

No la volvería a ver, apenas la había encontrado y la perdía nuevamente, con sus ilusiones desvanecidas caminó forzando una nuevo casualidad, pero todo concluyó al mirarla partir a lo lejos, acompañada de otro hombre.

Roquentin regresó hasta su hotel en Bouville, acudió a despedirse de todo lo que constituyó su vida, sus rutinarios días; en la biblioteca tuvo la oportunidad de encontrarse con el autodidacta pero frente a una situación que le hizo comprender que el humanismo de este no era más que sensualidad y deseo por los hombres.

Finalmente recoge todas sus cosas y retorna a París.


resumen obtenido de monografias.com