A América Latina le está faltando un liderazgo ideológico.
En algún momento pensé (lo sigo pensando pero no tengo más fuerza para intentar lograrlo) que estaba capacitada para ejercer esa influencia benéfica y de hecho lo hice, pero lamentablemente, la soberbia y los intereses malintencionados de los gobernantes sofocaron todo intento de llegar a ellos como asesora y por fin, se quedaron rondando la casa, espiando e intentando deducir de mis comentarios simples o complejos un mensaje oculto o tratar de adivinar como funciona el cerebro de una persona inteligente, con un tratamiento denigrante de considerar a las personas que no pertenecen a su adaptación social como cobayos de laboratorio. Son completamente insensibles al resultado porque tienen un límite intelectual que les impide advertir lo mezquino de sus comportamientos.
Por eso nuestra Presidente es una mujer errática, que no tiene una ideología globalizada del problema imperialista y como Chávez es un bufoncito bravucón, quien toma ventaja es la Presidenta de Chile. Bachelet tiene tras sus espaldas un sofisticado sistema de espionaje en Argentina, concretado por la cercanía entre Chile y Mendoza/ La Rijoa/ Patagonia: Ménem/DiTella/Bordón/Kirchner/Fernández.
De ese modo, Chile radica los observatorios para el Norte, presta bases y ha ganado todas las cuestiones limítrofes contra nuestro país. Amén de apoyar a Gran Bretaña durante la Guerra de Malvinas y recibir como pago nuestras islas del Atlántico Sur. Hoy esas estratégicas islas, cercanas a la Antártida -una poderosa reserva de agua potable- están en manos inglesas.
Cuando Pablo Neruda, un gran poeta y buen diplomático comunista fallece en 1973, tras una acefalía de nueve años para la América hispanoparlante, asume el liderazgo del mundo de la palabra García Márquez.
Lógicamente ni uno ni otro fueron grandes estrategas políticos. Apenas, y eso de por sí ya es un don extraordinario del cielo, grandes escritores de su siglo.
Estoy convencida de que mi top manta, que era una broma para algunos, hizo estragos sobre nuestra identidad como polo de replanteo histórico al neoliberalismo y reestructuración de los principios socialistas reacomodándolos a los tiempos de la tecnología y el satélite espacial, fue una involución para las doctrinas de paz. En el año 2000 tenía muchas más esperanzas en Europa unificada que en este 2008. Mi profecía sobre el 2012 está a punto de cumplirse. Cuando ocurra será demasiado tarde. No será el fin del mundo será el fin de la Historia, que Fukuyama creyó cumplido durante la última década del siglo pasado.
No vengan a declamar contra este pensamiento certero ni que soy una vanidosa, una egocéntrica, una delirante o una idiota. Bien saben que estoy diciendo la verdad. Que ni la cualidad poética de Gelman (que de uno a diez calificaría con un siete) ni la idoneidad de Gonzalo Rojas ( con un ocho o posible nueve) ni la peruanidad sintomática de los caballeros de la sucesión Bryce Echenique o Vargas Llosa (novelistas que alcanzan un seis con dificultad estilìstica) nos proveerà de un Nobel que nos permite formar opinión criteriosa en los pueblos suficientemente heridos por la promiscuidad afectiva y política del actual Director Honorario de la Fundación Alas. Pero, Gelman se planteó la pregunta ¿Y si Dios fuera mujer? y muchos juraron que darían su sangre para que eso no sucediera jamás.
Estuve durante cuatro días en la tapa del portal de clarin.com (como un blog destacado por ese diario) y el número de visitas a mi página desbordó cualquier previsión sobre lo poco que vende la poesía. El título del poema que conducía al blog desde la entrada era Hipótesis. Según José Andrés, mi hijo, no era un nombre tan llamativo ni admitía una lectura fácil. No se trataba de un gancho al lector.
Si la comunidad de Prisa/Sony no me hubiera enterrado en vida por orden del papanatas de Felipe González, que hizo más daño que bien a España y hoy es uno de los "sabios de la Humanidad", pertenece al gabinete de la U.E. y es asesor político del hombre más rico del mundo Slim Helú, además de partícipe de la "noble" Fundación Alas/ Sony Music/ PSOE/grupo Sushi" hoy la situación sería diametralmente distinta.
Para poder ejercer determinados cargos hay que tener una gran claridad de ideas y una coherencia total. Y no la estamos encontrando en ninguna de las marionetas que ponen en el escenario del circo.
Porque, si los medios masivos (neopanoptismo inconsciente) que tienen el deber de educar no lo hacen, vamos por un mal camino.
La resistencia de los docentes de todos los niveles, en el orden mundial es un ejemplo de Ética y tolerancia, además de una gran propaganda a dichas organizaciones. Se les entrega a los niños, adolescentes y adultos las herramientas de formación para reflexionar sobre realidades alternativas posibles.
Sin embargo, miles de maestros o profesores trabajando en los contenidos que bajan los gobiernos de turno no pueden destruir los prejuicios y clisés que impone la prensa alineada.
Estoy dejando parte de mi vida en fomentar el encuentro en la red. Me prohiben, me inhabilitan, me echan de los foros, me insultan, me ningunean. Es evidente que todo está manejado por los cuatro gatos de siempre.
No duele pero arde cuando advertimos el peligroso avance social, histórico y económico de los genocidas y corruptos, ante el asombro de las minorías educadas que comprenden cabalmente la escasa salida del problema de la historia universal: el derecho a compartir equitativamente la riqueza del planeta y a respetar la Naturaleza en idénticas proporciones. En resumen, el derecho a la vida, a la felicidad y a la dignidad para todos los primos de la humanidad.
Hay soluciones y hay intereses, pero se los impide o hackea, para decirlo en términos modernistas.
Es una pena, sí. Es una pena enorme.
Lu
sábado, 20 de septiembre de 2008
lunes, 25 de agosto de 2008
RENE GIRARD
ENTREVISTA A RENÉ GIRARD, PENSADOR, ANTROPÓLOGO DE LA RELIGIÓN
SOLIDARIDAD.NET
´El cristianismo es la verdadera globalización´. Desde la publicación de sus primeras obras, René Girard ha conmocionado el mundo cultural de la misma manera que Gandhi lo hizo con el político por su radical defensa de la no violencia. René Girard es uno de los pensadores más influyentes de la actualidad. Sus ensayos sobre antropología religiosa, su especialidad, han provocado fuertes polémicas, especialmente en Francia, su país de origen. Ahora publica en España ´Veo a Satán caer como el relámpago´ (Anagrama), y vuelve a incidir en el papel de las víctimas.
ENTREVISTA A RENÉ GIRARD, PENSADOR, ANTROPÓLOGO DE LA RELIGIÓN.
Por CHRISTIAN MAKARIAN
René Girard ha dedicado años y estudios a analizar las religiones desde el punto de vista de la antropología. En esta entrevista, René Girard habla del carácter "no violento" de la Biblia, una característica que, en su opinión, la diferencia de los mitos y del resto de religiones, tal como afirma en su ensayo "Veo Satán caer como el relámpago", de reciente aparición.
-Ha inventado usted prácticamente una disciplina curiosa: la antropología de la religión. ¿Nos podría dar una explicación escueta?
-La antropología que intento desarrollar es específica de la religión. Se basa en el crimen fundador y en todo lo que ello comporta. A partir de ahí, me intereso por las reglas originales de nuestra cultura, que reposa esencialmente sobre los ritos y las prohibiciones, y también por nuestras instituciones, que son un producto indirecto de lo religioso. Ahora bien, por más que trate de las religiones, mi trabajo no tiene en esencia nada de religioso. Al contrario, puesto que convierto lo religioso arcaico en el resultado de un error de interpretación de lo que llamo el "fenómeno victimario". Mi punto de partida es el siguiente: el acto fundamental de la sociedad primitiva, que está en el origen de la nuestra, es la designación de una víctima, un chivo expiatorio, y el fomento de la ilusión de su culpabilidad con el fin de permitir la salida de toda clase de tensiones colectivas. A continuación, esta ilusión se convierte en fundadora de ritos, que la perpetúan en el tiempo y mantienen unas formas culturales que desembocan en instituciones.
--¿Cómo llegó a esta teoría? -
-Algunos amigos estadounidenses dicen que estoy influenciado por el contacto personal con la violencia racial en Estados Unidos durante mi juventud. Lo cierto es que, al establecer comparaciones entre los mitos australianos, amerindios, africanos, europeos, norteamericanos... descubrí que el linchamiento, la ejecución de una víctima designada, no era un fenómeno textual ni legendario. Constituye una empresa de pacificación por medio de una víctima que, cuando agrupa contra ella a todo un grupo, produce miméticamente un apaciguamiento, incluso una reconciliación. Por razones misteriosas, las sociedades han reproducido este gesto reconciliador bajo la forma de sacrificios o ritos sagrados, y esta repetición se ha convertido ella misma en una institución. Es el caso típico de la lapidación codificada por el Levítico. Del mismo modo, los etnólogos han demostrado desde hace ya mucho tiempo que existía una forma primitiva de justicia griega por medio del asesinato colectivo. Tras lo cual se libra una lucha por el control y el dominio de ese rito esencial. Al vincular víctimas, ritos e instituciones, asistimos al nacimiento del poder político.
--Esta teoría victimaria lo ha conducido de modo natural a interesarse por la figura de Jesucristo, víctima entre las víctimas, puesto que da su vida por el conjunto del género humano. -
-En efecto, pero mis conclusiones son contrarias a las que suelen extraerse a este respecto. Hasta ahora, la mayoría de los antropólogos (e incluso un teólogo como Rudolf Bultmann) había insistido en la semejanza entre los Evangelios y otros relatos para demostrar que la muerte y la resurreción de Jesucristo sólo era otro mito más. Tanto es así que se podría decir que la causa ya está vista. Hoy como ayer, la mayoría de nuestros contemporáneos percibe la asimilación del cristianismo a un mito como una evolución irresistible e irrevocable, porque apela al único tipo de saber que nuestro mundo aún respeta, la ciencia. Por más que la naturaleza mítica de los Evangelios no esté demostrada científicamente, lo será un día u otro. ¿Es realmente indudable todo esto? No sólo pienso que no es indudable, sino que lo indudable es que no lo es. La asimilación de los textos bíblicos y cristianos a mitos constituye un error fácil de refutar.
--¿Cómo? -
-En los mitos, las víctimas son siempre culpables, porque el relato está escrito siempre desde el punto de vista del engaño y la ilusión creados por el fenómeno victimario. Porque es culpable la víctima enjuga la violencia y accede a la categoría mítica. Sin embargo, en lo judaico y lo cristiano ocurre lo contrario: la víctima es inocente. Observe la diferencia entre Caín y Abel por un lado y Rómulo y Remo por otro. Remo es culpable, puesto que Rómulo es el fundador glorificado de Roma. En cambio, Dios pregunta a Caín: "¿Dónde está Abel, tu hermano? ¿Qué has hecho?". Dios acepta, es cierto, fundar el género humano sobre esta base del asesinato, pero se preocupa por la suerte de Abel, víctima inocente. Este rasgo es único. Sólo la Biblia "desviolentiza" lo sagrado. El cristianismo contradice de golpe los mitos.
--¿Cuál es, entonces, su definición personal del cristianismo? -
-La fe cristiana consiste en pensar que, a diferencia de las falsas resurrecciones, arraigadas de verdad en los asesinatos colectivos, la resurrección de Jesucristo no debe nada a la violencia de los hombres. Se produce inevitablemente tras su muerte, pero no inmediata, sólo el tercer día, y tiene su origen en Dios mismo.
--¿Cómo trastoca esto el orden anterior? -
-Al principio del cristianismo se encuentra un hecho esencial: todos los discípulos traicionan. Todos se ven arrastrados por el arrebato habitual que se produce contra las víctimas. Pedro representa el modelo del individuo que, en cuanto se sumerge en una multitud hostil a la víctima, se convierte también él en hostil... como todo el mundo. Y entonces todo cambia, la lógica arcaica se invierte, y los discípulos acaban por encontrarse no contra la víctima, sino favor de ella. Al contrario de lo que dice Nietzsche ("El cristianismo es la multitud"), la fe cristiana exalta al individuo, que resiste al contagio victimario.
--Para hacer más patente la diferencia entre mito y cristianismo, establece usted un paralelismo sorprendente en su nuevo libro. -
-He descubierto un asombroso relato legendario griego que habla de Apolonio de Tiana, el célebre taumaturgo del siglo II. Para poner fin a una epidemia, Apolonio señala para la vindicta popular a un mendigo repulsivo, pero completamente inocente. El desgraciado es lapidado y, una vez levantadas las piedras, se descubre en lugar del menesteroso a un espantoso monstruo que representa al demonio vencido, la enfermedad erradicada. La diferencia con el Evangelio salta a la vista. Es cierto que, al contrario que Apolonio, Jesucristo detiene la lapidación de la mujer adúltera diciendo: "El que de vosotros esté sin pecado, arrójele la piedra el primero". Sin embargo, la lección principal está en otra parte: lo que Jesucristo quiere combatir es el arrastre mimético. Es evidente que quien desencadena el asesinato colectivo tiene una responsabilidad más grande que los otros. Por eso el Levítico obligaba que dos testigos -los testigos de cargo- lanzaran las primeras piedras para que no testimoniaran en falso. El propósito de Jesucristo es trascender esa ley, lo que engendrará la puesta en cuestión del fenómeno victimario y, por lo tanto, sembrará el desorden entre el pueblo y provocará su propia ejecución. Para acabar de colocar el mito en el lugar que le corresponde, añadiré que Jesucristo no apela aquí a ningún poder sobrenatural: no realiza ningún milagro, es el pagano Apolonio quien lo hace.
--Por lo tanto, el arrastre mimético estaría en el origen de la violencia. ¿Mediante qué mecanismos? -
-El arrastre mimético, en el estadio colectivo, es la culminación del deseo mimético que nace en el estadio individual. En la Biblia existe una concepción desconocida del deseo y los conflictos. Entre los diez mandamientos ("No matarás, no robarás", no cometerás adulterio, etcétera), el décimo contrasta con los precedentes: "No desearás la casa de tu prójimo, ni la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada de cuanto le pertenece" (Éxodo, 20, 17). Este último mandamiento se pasa a menudo por alto, pero es extremadamente importante en la medida en que se dirige al más banal de los deseos, el más común y, en apariencia, el más anodino. Dado que ese deseo es el más común de todos, ¿qué ocurriría si, en lugar de ser prohibido, fuera tolerado e incluso alentado? La respuesta es evidente: la guerra sería perpetua en el seno de todos los grupos humanos. Se abriría la puerta a la famosa pesadilla de Hobbes, la lucha de todos contra todos. Por lo tanto, para atreverse a pensar que las prohibiciones culturales son inútiles, como repiten los demagogos de la modernidad, hay que adherirse al individualismo más desmedido, el que presupone la autonomía total de los individuos, es decir, la autonomía de sus deseos. Hay que pensar, dicho en otros términos, que los hombres se ven naturalmente inclinados a no desear los bienes del prójimo. Ahora bien, basta contemplar a dos niños o a dos adultos peleándose por una fruslería para comprender que este postulado es falso y que es el postulado contrario, el único realista, el que subyace al décimo mandamiento. Se considera que el deseo es objetivo o subjetivo; pero, en realidad, reposa sobre otro que valoriza los objetos, el tercero más cercano, el prójimo. Para mantener la paz entre los hombres, hay que definir la prohibición en función de esta temible constatación: el prójimo es el modelo de nuestros deseos. Es lo que llamo el deseo mimético.
--Se trata de una explicación implacable y severísima sobre nosotros, pobres humanos. -
-El cristianismo nunca previó triunfar. Ésa es su gran fuerza. Los primeros cristianos contemplaron incluso un fracaso muy rápido, de otro modo no habrían escrito el Apocalipsis ni creído firmemente en el fin del mundo. Al releer algunas palabras de Jesucristo, nos damos cuenta de que las relaciones más íntimas son las más amenazadas: "He venido a separar al padre del hijo", "No penséis que he venido a poner paz, sino espada...", "Yo he venido a echar fuego en la tierra, ¿y que he de querer sino que se encienda", etcétera. El cristianismo realiza una revolución única en la historia universal de la humanidad. Al suprimir el papel del chivo expiatorio, al salvar a los lapidados, al dar la otra mejilla, la fe cristiana priva de forma brusca a las sociedades antiguas de sus víctimas sacrificiales habituales. Ya no cabe dar salida al mal arrojándose sobre un culpable designado cuya muerte sólo procura una paz falsa. Al contrario, se toma el partido de la víctima al rechazar la venganza, al aceptar el perdón de las ofensas. Eso que supone que cada uno vigile al otro en relación con unos principios fundamentales, y que cada uno se vigile a sí mismo.
--Pero en un primer momento se produce un gran desorden. ¿Cómo explicar que el sistema de los valores cristianos haya podido triunfar? -
-La exigencia cristiana ha producido una maquinaria que funcionará a pesar de los hombres y sus deseos. Si todavía hoy, tras dos mil años de cristianismo, se sigue reprochando, y con razón, a ciertos cristianos que no vivan según los principios a los que apelan, es que el cristianismo se ha impuesto universalmente, incluso entre aquellos que dicen ser ateos. El sistema que se engranó hace dos milenios no se detendrá, porque los hombres se encargan de ello al margen de cualquier adhesión al cristianismo. El Tercer Mundo no cristiano reprocha a los países ricos ser su víctima, porque los occidentales no siguen sus propios principios. A lo largo y ancho del mundo, todos apelan al sistema de valores cristiano y, al final, no hay otro. ¿Qué significan los derechos humanos sino la defensa de la víctima inocente? El cristianismo, en su forma laicizada, se ha hecho tan dominante que ya no se le percibe. El cristianismo es la verdadera globalización.
Traducción: Juan Gabriel López Guix
Autor: Solidaridad.net- Fecha: 2003-11-21
SOLIDARIDAD.NET
´El cristianismo es la verdadera globalización´. Desde la publicación de sus primeras obras, René Girard ha conmocionado el mundo cultural de la misma manera que Gandhi lo hizo con el político por su radical defensa de la no violencia. René Girard es uno de los pensadores más influyentes de la actualidad. Sus ensayos sobre antropología religiosa, su especialidad, han provocado fuertes polémicas, especialmente en Francia, su país de origen. Ahora publica en España ´Veo a Satán caer como el relámpago´ (Anagrama), y vuelve a incidir en el papel de las víctimas.
ENTREVISTA A RENÉ GIRARD, PENSADOR, ANTROPÓLOGO DE LA RELIGIÓN.
Por CHRISTIAN MAKARIAN
René Girard ha dedicado años y estudios a analizar las religiones desde el punto de vista de la antropología. En esta entrevista, René Girard habla del carácter "no violento" de la Biblia, una característica que, en su opinión, la diferencia de los mitos y del resto de religiones, tal como afirma en su ensayo "Veo Satán caer como el relámpago", de reciente aparición.
-Ha inventado usted prácticamente una disciplina curiosa: la antropología de la religión. ¿Nos podría dar una explicación escueta?
-La antropología que intento desarrollar es específica de la religión. Se basa en el crimen fundador y en todo lo que ello comporta. A partir de ahí, me intereso por las reglas originales de nuestra cultura, que reposa esencialmente sobre los ritos y las prohibiciones, y también por nuestras instituciones, que son un producto indirecto de lo religioso. Ahora bien, por más que trate de las religiones, mi trabajo no tiene en esencia nada de religioso. Al contrario, puesto que convierto lo religioso arcaico en el resultado de un error de interpretación de lo que llamo el "fenómeno victimario". Mi punto de partida es el siguiente: el acto fundamental de la sociedad primitiva, que está en el origen de la nuestra, es la designación de una víctima, un chivo expiatorio, y el fomento de la ilusión de su culpabilidad con el fin de permitir la salida de toda clase de tensiones colectivas. A continuación, esta ilusión se convierte en fundadora de ritos, que la perpetúan en el tiempo y mantienen unas formas culturales que desembocan en instituciones.
--¿Cómo llegó a esta teoría? -
-Algunos amigos estadounidenses dicen que estoy influenciado por el contacto personal con la violencia racial en Estados Unidos durante mi juventud. Lo cierto es que, al establecer comparaciones entre los mitos australianos, amerindios, africanos, europeos, norteamericanos... descubrí que el linchamiento, la ejecución de una víctima designada, no era un fenómeno textual ni legendario. Constituye una empresa de pacificación por medio de una víctima que, cuando agrupa contra ella a todo un grupo, produce miméticamente un apaciguamiento, incluso una reconciliación. Por razones misteriosas, las sociedades han reproducido este gesto reconciliador bajo la forma de sacrificios o ritos sagrados, y esta repetición se ha convertido ella misma en una institución. Es el caso típico de la lapidación codificada por el Levítico. Del mismo modo, los etnólogos han demostrado desde hace ya mucho tiempo que existía una forma primitiva de justicia griega por medio del asesinato colectivo. Tras lo cual se libra una lucha por el control y el dominio de ese rito esencial. Al vincular víctimas, ritos e instituciones, asistimos al nacimiento del poder político.
--Esta teoría victimaria lo ha conducido de modo natural a interesarse por la figura de Jesucristo, víctima entre las víctimas, puesto que da su vida por el conjunto del género humano. -
-En efecto, pero mis conclusiones son contrarias a las que suelen extraerse a este respecto. Hasta ahora, la mayoría de los antropólogos (e incluso un teólogo como Rudolf Bultmann) había insistido en la semejanza entre los Evangelios y otros relatos para demostrar que la muerte y la resurreción de Jesucristo sólo era otro mito más. Tanto es así que se podría decir que la causa ya está vista. Hoy como ayer, la mayoría de nuestros contemporáneos percibe la asimilación del cristianismo a un mito como una evolución irresistible e irrevocable, porque apela al único tipo de saber que nuestro mundo aún respeta, la ciencia. Por más que la naturaleza mítica de los Evangelios no esté demostrada científicamente, lo será un día u otro. ¿Es realmente indudable todo esto? No sólo pienso que no es indudable, sino que lo indudable es que no lo es. La asimilación de los textos bíblicos y cristianos a mitos constituye un error fácil de refutar.
--¿Cómo? -
-En los mitos, las víctimas son siempre culpables, porque el relato está escrito siempre desde el punto de vista del engaño y la ilusión creados por el fenómeno victimario. Porque es culpable la víctima enjuga la violencia y accede a la categoría mítica. Sin embargo, en lo judaico y lo cristiano ocurre lo contrario: la víctima es inocente. Observe la diferencia entre Caín y Abel por un lado y Rómulo y Remo por otro. Remo es culpable, puesto que Rómulo es el fundador glorificado de Roma. En cambio, Dios pregunta a Caín: "¿Dónde está Abel, tu hermano? ¿Qué has hecho?". Dios acepta, es cierto, fundar el género humano sobre esta base del asesinato, pero se preocupa por la suerte de Abel, víctima inocente. Este rasgo es único. Sólo la Biblia "desviolentiza" lo sagrado. El cristianismo contradice de golpe los mitos.
--¿Cuál es, entonces, su definición personal del cristianismo? -
-La fe cristiana consiste en pensar que, a diferencia de las falsas resurrecciones, arraigadas de verdad en los asesinatos colectivos, la resurrección de Jesucristo no debe nada a la violencia de los hombres. Se produce inevitablemente tras su muerte, pero no inmediata, sólo el tercer día, y tiene su origen en Dios mismo.
--¿Cómo trastoca esto el orden anterior? -
-Al principio del cristianismo se encuentra un hecho esencial: todos los discípulos traicionan. Todos se ven arrastrados por el arrebato habitual que se produce contra las víctimas. Pedro representa el modelo del individuo que, en cuanto se sumerge en una multitud hostil a la víctima, se convierte también él en hostil... como todo el mundo. Y entonces todo cambia, la lógica arcaica se invierte, y los discípulos acaban por encontrarse no contra la víctima, sino favor de ella. Al contrario de lo que dice Nietzsche ("El cristianismo es la multitud"), la fe cristiana exalta al individuo, que resiste al contagio victimario.
--Para hacer más patente la diferencia entre mito y cristianismo, establece usted un paralelismo sorprendente en su nuevo libro. -
-He descubierto un asombroso relato legendario griego que habla de Apolonio de Tiana, el célebre taumaturgo del siglo II. Para poner fin a una epidemia, Apolonio señala para la vindicta popular a un mendigo repulsivo, pero completamente inocente. El desgraciado es lapidado y, una vez levantadas las piedras, se descubre en lugar del menesteroso a un espantoso monstruo que representa al demonio vencido, la enfermedad erradicada. La diferencia con el Evangelio salta a la vista. Es cierto que, al contrario que Apolonio, Jesucristo detiene la lapidación de la mujer adúltera diciendo: "El que de vosotros esté sin pecado, arrójele la piedra el primero". Sin embargo, la lección principal está en otra parte: lo que Jesucristo quiere combatir es el arrastre mimético. Es evidente que quien desencadena el asesinato colectivo tiene una responsabilidad más grande que los otros. Por eso el Levítico obligaba que dos testigos -los testigos de cargo- lanzaran las primeras piedras para que no testimoniaran en falso. El propósito de Jesucristo es trascender esa ley, lo que engendrará la puesta en cuestión del fenómeno victimario y, por lo tanto, sembrará el desorden entre el pueblo y provocará su propia ejecución. Para acabar de colocar el mito en el lugar que le corresponde, añadiré que Jesucristo no apela aquí a ningún poder sobrenatural: no realiza ningún milagro, es el pagano Apolonio quien lo hace.
--Por lo tanto, el arrastre mimético estaría en el origen de la violencia. ¿Mediante qué mecanismos? -
-El arrastre mimético, en el estadio colectivo, es la culminación del deseo mimético que nace en el estadio individual. En la Biblia existe una concepción desconocida del deseo y los conflictos. Entre los diez mandamientos ("No matarás, no robarás", no cometerás adulterio, etcétera), el décimo contrasta con los precedentes: "No desearás la casa de tu prójimo, ni la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada de cuanto le pertenece" (Éxodo, 20, 17). Este último mandamiento se pasa a menudo por alto, pero es extremadamente importante en la medida en que se dirige al más banal de los deseos, el más común y, en apariencia, el más anodino. Dado que ese deseo es el más común de todos, ¿qué ocurriría si, en lugar de ser prohibido, fuera tolerado e incluso alentado? La respuesta es evidente: la guerra sería perpetua en el seno de todos los grupos humanos. Se abriría la puerta a la famosa pesadilla de Hobbes, la lucha de todos contra todos. Por lo tanto, para atreverse a pensar que las prohibiciones culturales son inútiles, como repiten los demagogos de la modernidad, hay que adherirse al individualismo más desmedido, el que presupone la autonomía total de los individuos, es decir, la autonomía de sus deseos. Hay que pensar, dicho en otros términos, que los hombres se ven naturalmente inclinados a no desear los bienes del prójimo. Ahora bien, basta contemplar a dos niños o a dos adultos peleándose por una fruslería para comprender que este postulado es falso y que es el postulado contrario, el único realista, el que subyace al décimo mandamiento. Se considera que el deseo es objetivo o subjetivo; pero, en realidad, reposa sobre otro que valoriza los objetos, el tercero más cercano, el prójimo. Para mantener la paz entre los hombres, hay que definir la prohibición en función de esta temible constatación: el prójimo es el modelo de nuestros deseos. Es lo que llamo el deseo mimético.
--Se trata de una explicación implacable y severísima sobre nosotros, pobres humanos. -
-El cristianismo nunca previó triunfar. Ésa es su gran fuerza. Los primeros cristianos contemplaron incluso un fracaso muy rápido, de otro modo no habrían escrito el Apocalipsis ni creído firmemente en el fin del mundo. Al releer algunas palabras de Jesucristo, nos damos cuenta de que las relaciones más íntimas son las más amenazadas: "He venido a separar al padre del hijo", "No penséis que he venido a poner paz, sino espada...", "Yo he venido a echar fuego en la tierra, ¿y que he de querer sino que se encienda", etcétera. El cristianismo realiza una revolución única en la historia universal de la humanidad. Al suprimir el papel del chivo expiatorio, al salvar a los lapidados, al dar la otra mejilla, la fe cristiana priva de forma brusca a las sociedades antiguas de sus víctimas sacrificiales habituales. Ya no cabe dar salida al mal arrojándose sobre un culpable designado cuya muerte sólo procura una paz falsa. Al contrario, se toma el partido de la víctima al rechazar la venganza, al aceptar el perdón de las ofensas. Eso que supone que cada uno vigile al otro en relación con unos principios fundamentales, y que cada uno se vigile a sí mismo.
--Pero en un primer momento se produce un gran desorden. ¿Cómo explicar que el sistema de los valores cristianos haya podido triunfar? -
-La exigencia cristiana ha producido una maquinaria que funcionará a pesar de los hombres y sus deseos. Si todavía hoy, tras dos mil años de cristianismo, se sigue reprochando, y con razón, a ciertos cristianos que no vivan según los principios a los que apelan, es que el cristianismo se ha impuesto universalmente, incluso entre aquellos que dicen ser ateos. El sistema que se engranó hace dos milenios no se detendrá, porque los hombres se encargan de ello al margen de cualquier adhesión al cristianismo. El Tercer Mundo no cristiano reprocha a los países ricos ser su víctima, porque los occidentales no siguen sus propios principios. A lo largo y ancho del mundo, todos apelan al sistema de valores cristiano y, al final, no hay otro. ¿Qué significan los derechos humanos sino la defensa de la víctima inocente? El cristianismo, en su forma laicizada, se ha hecho tan dominante que ya no se le percibe. El cristianismo es la verdadera globalización.
Traducción: Juan Gabriel López Guix
Autor: Solidaridad.net- Fecha: 2003-11-21
miércoles, 9 de julio de 2008
ESCUCHAR A UN NEANDERTAL - ROCÍO BALLÓN
Sábado, 5 de Julio de 2008
ESCUCHAR A UN NEANDERTAL, 50 MIL AñOS DESPUES
Voces del más allá
Un grupo de antropólogos norteamericanos reconstruyó el tracto vocal del hombre de Neandertal logrando así una simulación de su voz. Hoy, mediante un sintetizador computarizado, puede escucharse la representación vocal de esta especie de Homo Sapiens que, luego de 30 mil años, rompe el silencio.
Por Rocío Ballon
El encuentro del hombre moderno con el hombre primitivo ha ocupado un lugar predominante en las fantasías humanas y en la historia de la literatura. Los choques imaginarios con seres de las cavernas, con individuos de otras especies y los intentos del hombre moderno de entrar en contacto con ellos son un clásico de la ciencia ficción, con paradojas de futuros que parecen pasados, contrasentidos y extravagancias (La máquina del tiempo de Wells viaja al año 802.701 y se encuentra con una sociedad de características primitivas; Juan Salvo, en El eternauta, se encuentra en el futuro con un mundo devastado y nuestra civilización extinta), universos paralelos, dimensiones desconocidas.
Probablemente siempre se haya tratado de lo mismo: los intentos por develar nuestros orígenes, la intensa búsqueda para acceder a lo desconocido; la de reencontrarse con el otro, establecer una presencia ante alguien que es tan diferente de mí pero a la vez tan parecido; comunicarse con ese “otro” que nos resulta una intriga, conocerlo, descifrar algo que siempre resulta un misterio.
En tiempos en que lo real ha superado a la ciencia ficción, en una época que ni siquiera las mentes geniales de Huxley o Asimov hubieran imaginado; la ciencia se convierte en el gran relato de lo fantástico.
POR FAVOR, DIGA “E”
Y bien: un equipo de investigadores de la Florida Atlantic University en Boca Ratón (EE.UU.) ha conseguido reproducir la voz del hombre de Neandertal, esta especie que habitó Europa y algunas zonas de Asia Occidental, hace más de 30 mil años. El trabajo se originó a partir del análisis de restos fósiles de tres neandertales encontrados en Francia y que datan de hace 50 mil años.
La investigación estuvo encabezada por el antropólogo Robert McCarthy, principal responsable de la reconstrucción de la laringe y el sintetizador computarizado que recrea las probables “voces neandertales”, aunque por ahora sólo han logrado producir el sonido de una sola letra: se trata de la “e”, aunque se espera que pueda emitir algún día una frase completa. La simulación de la voz del Neandertal puede escucharse en media.newscientist.com/data/images/ns/av/dn13672A1.wav.
Claro que estos sonidos difieren sustancialmente de los que estamos acostumbrados a escuchar. La “e” del “Neandertal de Boca Ratón”, por ejemplo, carece de los matices sonoros que permiten a un oyente moderno distinguir palabras que incluyen esa letra pero se pronuncian de manera ligeramente diferente.
Además, McCarthy puso en duda la capacidad de reproducir las vocales que constituyen la base del lenguaje hablado actual. Parece, entonces, que a los neandertales les faltaban algunos sonidos básicos.
“Estos sonidos permiten que hablantes con tractos vocales con tamaño diferente al del hombre de Neandertal puedan entenderse”, dijo el antropólogo, en un discurso en la reunión anual de la American Association of Physical Anthropologists en Columbus, EE.UU. La simulación de la voz de un hombre moderno reconstruida por MacCarthy puede escucharse en media.newscientist.com/data/images/ns/av/dn13672A2.wav.
CON NOMBRE DE ESQUELETO
El hombre de Neandertal pertenece a la especie Homo Sapiens (nosotros somos Homos Sapiens Sapiens). Habitó Europa y zonas de Asia Occidental entre 400 y 35 mil años atrás y se lo llamó de esta manera por el esqueleto descubierto en 1856 en el valle de Neander, cerca de Düsseldorf (Alemania), tres años antes de que Charles Darwin (1809-1882) publicara El origen de las especies y revolucionara la historia de la vida.
Por mucho tiempo se pensó que lo único que estos individuos proferían eran gritos y gruñidos. Sin embargo, la vida activa que llevaban y que exigía actividades tan complejas como la caza y los rituales de entierro, permiten pensar en la necesidad de que contasen con un sistema complejo de comunicación como el lenguaje.
La laringe y los aspectos físicos también indican que estaban habilitados para hablar. Sin embargo, los aspectos físicos no eran suficientes para afirmarlo hasta que el año pasado cobró relevancia un descubrimiento que abrió la puerta para nuevas hipótesis.
“GENOMA NEANDERTAL”
Fue cuando un equipo de científicos reveló que los neandertales europeos tenían mutaciones en un gen relacionado con el habla que se creía hasta el momento único de nuestra especie. El hallazgo se produjo un año atrás en uno de los sitios arqueológicos más importantes del mundo en materia de neandertales.
Se trata de “El Sidrón” localizado en Asturias, España, en cuyas instalaciones se integra el proyecto “Genoma Neandertal” que intenta obtener un borrador del genoma de esta especie a partir de las modernas técnicas de tipificación genética masiva. Fue en este sitio donde, además, se reveló la posibilidad de que estos humanos fueran pelirrojos en base a un estudio genético de algunos de los más de 1400 restos fósiles que se conservan de ellos.
Los científicos hallaron en dos fósiles este gen (el FOXP2) que aparentemente es responsable del desarrollo del lenguaje. En la secuencia del gen, los seres humanos modernos presentan dos mutaciones que los diferencia del resto de los primates.
Y al resultar que en el gen aislado de los restos fósiles las mutaciones han sido las mismas que presenta el Homo Sapiens Sapiens, se detonó la hipótesis de que los neardentales pudieran hablar.
En el relato “Hijo del tiempo” Isaac Asimov cuenta la historia de un niño neandertal que es traído al presente por un equipo de investigadores y almacenado en una burbuja para tratar de obtener la mayor información sobre los usos y costumbres de los suyos. El niño queda al cuidado de una enfermera especializada que al inicio reacciona con repulsión y cree que se trata de un niño-mono.
Pero los días junto a él le hacen cambiar su forma de pensar. “El niño feo” es un notable relato sobre la relación con otros seres, la empatía y la mirada del otro. Hoy, otro Neandertal (ni el propio Asimov, que decía que esta historia era su favorita, lo hubiera imaginado) ha sido, en cierta forma, traído a nuestro tiempo. Y a nosotros nos tocó quedar del lado de afuera de la burbuja, nada menos que para escucharlo.
ESCUCHAR A UN NEANDERTAL, 50 MIL AñOS DESPUES
Voces del más allá
Un grupo de antropólogos norteamericanos reconstruyó el tracto vocal del hombre de Neandertal logrando así una simulación de su voz. Hoy, mediante un sintetizador computarizado, puede escucharse la representación vocal de esta especie de Homo Sapiens que, luego de 30 mil años, rompe el silencio.
Por Rocío Ballon
El encuentro del hombre moderno con el hombre primitivo ha ocupado un lugar predominante en las fantasías humanas y en la historia de la literatura. Los choques imaginarios con seres de las cavernas, con individuos de otras especies y los intentos del hombre moderno de entrar en contacto con ellos son un clásico de la ciencia ficción, con paradojas de futuros que parecen pasados, contrasentidos y extravagancias (La máquina del tiempo de Wells viaja al año 802.701 y se encuentra con una sociedad de características primitivas; Juan Salvo, en El eternauta, se encuentra en el futuro con un mundo devastado y nuestra civilización extinta), universos paralelos, dimensiones desconocidas.
Probablemente siempre se haya tratado de lo mismo: los intentos por develar nuestros orígenes, la intensa búsqueda para acceder a lo desconocido; la de reencontrarse con el otro, establecer una presencia ante alguien que es tan diferente de mí pero a la vez tan parecido; comunicarse con ese “otro” que nos resulta una intriga, conocerlo, descifrar algo que siempre resulta un misterio.
En tiempos en que lo real ha superado a la ciencia ficción, en una época que ni siquiera las mentes geniales de Huxley o Asimov hubieran imaginado; la ciencia se convierte en el gran relato de lo fantástico.
POR FAVOR, DIGA “E”
Y bien: un equipo de investigadores de la Florida Atlantic University en Boca Ratón (EE.UU.) ha conseguido reproducir la voz del hombre de Neandertal, esta especie que habitó Europa y algunas zonas de Asia Occidental, hace más de 30 mil años. El trabajo se originó a partir del análisis de restos fósiles de tres neandertales encontrados en Francia y que datan de hace 50 mil años.
La investigación estuvo encabezada por el antropólogo Robert McCarthy, principal responsable de la reconstrucción de la laringe y el sintetizador computarizado que recrea las probables “voces neandertales”, aunque por ahora sólo han logrado producir el sonido de una sola letra: se trata de la “e”, aunque se espera que pueda emitir algún día una frase completa. La simulación de la voz del Neandertal puede escucharse en media.newscientist.com/data/images/ns/av/dn13672A1.wav.
Claro que estos sonidos difieren sustancialmente de los que estamos acostumbrados a escuchar. La “e” del “Neandertal de Boca Ratón”, por ejemplo, carece de los matices sonoros que permiten a un oyente moderno distinguir palabras que incluyen esa letra pero se pronuncian de manera ligeramente diferente.
Además, McCarthy puso en duda la capacidad de reproducir las vocales que constituyen la base del lenguaje hablado actual. Parece, entonces, que a los neandertales les faltaban algunos sonidos básicos.
“Estos sonidos permiten que hablantes con tractos vocales con tamaño diferente al del hombre de Neandertal puedan entenderse”, dijo el antropólogo, en un discurso en la reunión anual de la American Association of Physical Anthropologists en Columbus, EE.UU. La simulación de la voz de un hombre moderno reconstruida por MacCarthy puede escucharse en media.newscientist.com/data/images/ns/av/dn13672A2.wav.
CON NOMBRE DE ESQUELETO
El hombre de Neandertal pertenece a la especie Homo Sapiens (nosotros somos Homos Sapiens Sapiens). Habitó Europa y zonas de Asia Occidental entre 400 y 35 mil años atrás y se lo llamó de esta manera por el esqueleto descubierto en 1856 en el valle de Neander, cerca de Düsseldorf (Alemania), tres años antes de que Charles Darwin (1809-1882) publicara El origen de las especies y revolucionara la historia de la vida.
Por mucho tiempo se pensó que lo único que estos individuos proferían eran gritos y gruñidos. Sin embargo, la vida activa que llevaban y que exigía actividades tan complejas como la caza y los rituales de entierro, permiten pensar en la necesidad de que contasen con un sistema complejo de comunicación como el lenguaje.
La laringe y los aspectos físicos también indican que estaban habilitados para hablar. Sin embargo, los aspectos físicos no eran suficientes para afirmarlo hasta que el año pasado cobró relevancia un descubrimiento que abrió la puerta para nuevas hipótesis.
“GENOMA NEANDERTAL”
Fue cuando un equipo de científicos reveló que los neandertales europeos tenían mutaciones en un gen relacionado con el habla que se creía hasta el momento único de nuestra especie. El hallazgo se produjo un año atrás en uno de los sitios arqueológicos más importantes del mundo en materia de neandertales.
Se trata de “El Sidrón” localizado en Asturias, España, en cuyas instalaciones se integra el proyecto “Genoma Neandertal” que intenta obtener un borrador del genoma de esta especie a partir de las modernas técnicas de tipificación genética masiva. Fue en este sitio donde, además, se reveló la posibilidad de que estos humanos fueran pelirrojos en base a un estudio genético de algunos de los más de 1400 restos fósiles que se conservan de ellos.
Los científicos hallaron en dos fósiles este gen (el FOXP2) que aparentemente es responsable del desarrollo del lenguaje. En la secuencia del gen, los seres humanos modernos presentan dos mutaciones que los diferencia del resto de los primates.
Y al resultar que en el gen aislado de los restos fósiles las mutaciones han sido las mismas que presenta el Homo Sapiens Sapiens, se detonó la hipótesis de que los neardentales pudieran hablar.
En el relato “Hijo del tiempo” Isaac Asimov cuenta la historia de un niño neandertal que es traído al presente por un equipo de investigadores y almacenado en una burbuja para tratar de obtener la mayor información sobre los usos y costumbres de los suyos. El niño queda al cuidado de una enfermera especializada que al inicio reacciona con repulsión y cree que se trata de un niño-mono.
Pero los días junto a él le hacen cambiar su forma de pensar. “El niño feo” es un notable relato sobre la relación con otros seres, la empatía y la mirada del otro. Hoy, otro Neandertal (ni el propio Asimov, que decía que esta historia era su favorita, lo hubiera imaginado) ha sido, en cierta forma, traído a nuestro tiempo. Y a nosotros nos tocó quedar del lado de afuera de la burbuja, nada menos que para escucharlo.
domingo, 22 de junio de 2008
Acerca de escribir de política en una novela
Autor:
Belén Gopegui
Materia: Literatura
Colección: Foro Complutense
Páginas: 64
Formato: 12 x 17 cm.
Encuadernación: Rústica
Año: 2008
ISBN:
978-84-7491-921-9
Ref.: 0410.007
P.V.P.:
Una de las escritoras más relevantes e incómodas de la actual narrativa española cuestiona el lugar común más activo de la estética dominante: la incompatibilidad entre política y arte literario. Belén Gopegui encuentra la raíz de tal juicio en el concepto de verosimilitud mientras despliega, con agudeza no exenta de mordacidad, los mecanismos narrativos que intervienen en su construcción.
Autor:
Belén Gopegui
Materia: Literatura
Colección: Foro Complutense
Páginas: 64
Formato: 12 x 17 cm.
Encuadernación: Rústica
Año: 2008
ISBN:
978-84-7491-921-9
Ref.: 0410.007
P.V.P.:
Una de las escritoras más relevantes e incómodas de la actual narrativa española cuestiona el lugar común más activo de la estética dominante: la incompatibilidad entre política y arte literario. Belén Gopegui encuentra la raíz de tal juicio en el concepto de verosimilitud mientras despliega, con agudeza no exenta de mordacidad, los mecanismos narrativos que intervienen en su construcción.
Venus venerada
Tradiciones eróticas
de la literatura española
Autor:
J. Ignacio Díez y
Adrienne L. Martín (eds.)
Materia: Literatura
Colección: Académica
Páginas: 280
Formato: 14 x 21
Encuadernación: Rústica
Año: 2006
ISBN:
84-7491-791-3
Ref.: 0270.001
P.V.P.: 15 €
Probablemente la parcela literaria que acumula una mayor cantidad de malentendidos, tópicos e ideas recibidas sea la erótica. Sólo en las últimas dos décadas, en España y fuera de ella, los estudiosos han dedicado su atención a este género que habitualmente incita miradas despectivas o rechazo total. Pero aún se perciben contrastes entre cierto descuido crítico y el justificado interés de los lectores.
En Venus venerada, investigadores de dos prestigiosas universidades (la Universidad Complutense de Madrid y la Universidad de California) desde enfoques diversos, proponen una apasionada mirada crítica a los autores, tendencias y obras de la literatura erótica española, a lo largo de la Edad Media, los Siglos de Oro y la Ilustración.
Tradiciones eróticas
de la literatura española
Autor:
J. Ignacio Díez y
Adrienne L. Martín (eds.)
Materia: Literatura
Colección: Académica
Páginas: 280
Formato: 14 x 21
Encuadernación: Rústica
Año: 2006
ISBN:
84-7491-791-3
Ref.: 0270.001
P.V.P.: 15 €
Probablemente la parcela literaria que acumula una mayor cantidad de malentendidos, tópicos e ideas recibidas sea la erótica. Sólo en las últimas dos décadas, en España y fuera de ella, los estudiosos han dedicado su atención a este género que habitualmente incita miradas despectivas o rechazo total. Pero aún se perciben contrastes entre cierto descuido crítico y el justificado interés de los lectores.
En Venus venerada, investigadores de dos prestigiosas universidades (la Universidad Complutense de Madrid y la Universidad de California) desde enfoques diversos, proponen una apasionada mirada crítica a los autores, tendencias y obras de la literatura erótica española, a lo largo de la Edad Media, los Siglos de Oro y la Ilustración.
Arte sutilísima, por la cual se enseña
a escribir perfectamente (1550)
Autor:
Juan de Icíar
Edición facsímil con estudio preliminar
Materia: Bibliofilia
Colección: Patrimonio Bibliográfico Complutense
Páginas: 240
Formato: 14,5 x 21 cm
Encuadernación: tapa dura con sobrecubierta
Año: 2007
ISBN:
978-847491-901-1
Ref.: 0130.001
P.V.P.: 25 €uros
Una obra de impactante expresividad estética, que evidencia cómo en los emergentes estilos de la escritura del S. XVI -cancilleresca y cursiva- el afán comunicador se conecta con un vigoroso reto estético que convierte un saber aparentemente menor en arte. El resultado es una realidad visual gozosa para el lector. La cuidada realización artesanal de los grabados que componen esta obra desvela cómo el influjo que en principio ejerce la caligrafía sobre la tipografía va evolucionando hacia una progresiva adaptación de la escritura a las nuevas técnicas y posibilidades artísticas de la imprenta. La pasión bibliográfica y la generosidad del erudito D. Francisco Guerra, junto con los diversos estudios preliminares de destacados investigadores, han posibilitado la edición facsimilar y la contextualización de la magna obra del calígrafo vizcaíno del S. XVI Juan de Icíar. Un logro particularmente valioso pues parte de uno de los pocos ejemplares que queda en el mundo de esta obra, que llega hasta nuestros días en un notable estado de conservación.
a escribir perfectamente (1550)
Autor:
Juan de Icíar
Edición facsímil con estudio preliminar
Materia: Bibliofilia
Colección: Patrimonio Bibliográfico Complutense
Páginas: 240
Formato: 14,5 x 21 cm
Encuadernación: tapa dura con sobrecubierta
Año: 2007
ISBN:
978-847491-901-1
Ref.: 0130.001
P.V.P.: 25 €uros
Una obra de impactante expresividad estética, que evidencia cómo en los emergentes estilos de la escritura del S. XVI -cancilleresca y cursiva- el afán comunicador se conecta con un vigoroso reto estético que convierte un saber aparentemente menor en arte. El resultado es una realidad visual gozosa para el lector. La cuidada realización artesanal de los grabados que componen esta obra desvela cómo el influjo que en principio ejerce la caligrafía sobre la tipografía va evolucionando hacia una progresiva adaptación de la escritura a las nuevas técnicas y posibilidades artísticas de la imprenta. La pasión bibliográfica y la generosidad del erudito D. Francisco Guerra, junto con los diversos estudios preliminares de destacados investigadores, han posibilitado la edición facsimilar y la contextualización de la magna obra del calígrafo vizcaíno del S. XVI Juan de Icíar. Un logro particularmente valioso pues parte de uno de los pocos ejemplares que queda en el mundo de esta obra, que llega hasta nuestros días en un notable estado de conservación.
GEORGE LAKOFF
No pienses en un elefante.
Lenguaje y debate político
Autor:
George Lakoff
Materia: política
Colección: Foro Complutense
Páginas: 176
Formato: 12 x 19cm.
Encuadernación: Rústica
Año: 2007
ISBN:
978-84-7491-813-7
Ref.: 0410.004
P.V.P.:
¿Cómo enfrentar los avances políticos y electorales de la derecha norteamericana desde los tiempos de Ronald Reagan? ¿Por qué se han producido? Según el reputado lingüista G. Lakoff, por la capacidad de los estrategas republicanos de activar estructuras mentales inconscientes, que mueven nuestros comportamientos y nos impiden atender a la racionalidad de nuestros intereses, o a los meros datos de la realidad.
Breve e informal, ¡No pienses en un elefante! (el elefante es el símbolo del Partido Republicano) utiliza y difunde las investigaciones del Instituto Rockridge, único think tank progresista comprometido actualmente en los Estados Unidos con la tarea de un profundo cambio social a través del cambio de los marcos de referencia.
Lakoff nos ofrece “una guía práctica” para todos aquellos, activistas o no, interesados en la política. La idea surge de sus anteriores estudios sobre lenguaje: pensamos en términos de marcos mentales ( frames ) y metáforas. Cuando la información que recibimos no se conforma a los marcos asumidos e incorporados a nuestro cerebro, nos quedamos con los marcos e ignoramos los hechos. Lakoff sostiene que los republicanos han conseguido activar, en una parte significativa de la población, la metáfora del “padre estricto”, una figura que define reglas de conducta, disciplina, castiga y educa con firmeza para un mundo competitivo. De esta forma, han logrado contrarrestar la influencia demócrata en la ciudadanía, movilizando representaciones como la del individuo expoliado por el Estado (para justificar la reducción de los impuestos) o mitos como el del carácter sacrosanto del matrimonio (para oponerse al matrimonio homosexual)
¿Cómo activar otros valores, principios y directrices políticas? ¿Cómo hacer, por ejemplo, que la apuesta por la paz y el diálogo sea más enérgica que el miedo al terrorismo? Según Lakoff, sólo a través de la afirmación contundente de los valores progresistas, desde su moral familiar, centrada en la metáfora de los “padres protectores” -que tratan de escuchar, comprender y educar a sus hijos para colaborar con otros-, hasta su idea del espacio público. Para no estar a la defensiva, los progresistas deben encontrar un lenguaje propio para comunicar y para reconfigurar radicalmente los términos en que se discuten los asuntos públicos.
Lenguaje y debate político
Autor:
George Lakoff
Materia: política
Colección: Foro Complutense
Páginas: 176
Formato: 12 x 19cm.
Encuadernación: Rústica
Año: 2007
ISBN:
978-84-7491-813-7
Ref.: 0410.004
P.V.P.:
¿Cómo enfrentar los avances políticos y electorales de la derecha norteamericana desde los tiempos de Ronald Reagan? ¿Por qué se han producido? Según el reputado lingüista G. Lakoff, por la capacidad de los estrategas republicanos de activar estructuras mentales inconscientes, que mueven nuestros comportamientos y nos impiden atender a la racionalidad de nuestros intereses, o a los meros datos de la realidad.
Breve e informal, ¡No pienses en un elefante! (el elefante es el símbolo del Partido Republicano) utiliza y difunde las investigaciones del Instituto Rockridge, único think tank progresista comprometido actualmente en los Estados Unidos con la tarea de un profundo cambio social a través del cambio de los marcos de referencia.
Lakoff nos ofrece “una guía práctica” para todos aquellos, activistas o no, interesados en la política. La idea surge de sus anteriores estudios sobre lenguaje: pensamos en términos de marcos mentales ( frames ) y metáforas. Cuando la información que recibimos no se conforma a los marcos asumidos e incorporados a nuestro cerebro, nos quedamos con los marcos e ignoramos los hechos. Lakoff sostiene que los republicanos han conseguido activar, en una parte significativa de la población, la metáfora del “padre estricto”, una figura que define reglas de conducta, disciplina, castiga y educa con firmeza para un mundo competitivo. De esta forma, han logrado contrarrestar la influencia demócrata en la ciudadanía, movilizando representaciones como la del individuo expoliado por el Estado (para justificar la reducción de los impuestos) o mitos como el del carácter sacrosanto del matrimonio (para oponerse al matrimonio homosexual)
¿Cómo activar otros valores, principios y directrices políticas? ¿Cómo hacer, por ejemplo, que la apuesta por la paz y el diálogo sea más enérgica que el miedo al terrorismo? Según Lakoff, sólo a través de la afirmación contundente de los valores progresistas, desde su moral familiar, centrada en la metáfora de los “padres protectores” -que tratan de escuchar, comprender y educar a sus hijos para colaborar con otros-, hasta su idea del espacio público. Para no estar a la defensiva, los progresistas deben encontrar un lenguaje propio para comunicar y para reconfigurar radicalmente los términos en que se discuten los asuntos públicos.
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